El ex ministro de Asuntos Exteriores del PP José Manuel García-Margallo y Marfil, que aspira a ser uno de los ideólogos de la renovación conservadora del Estado español, es bisnieto del general Juan García y Margallo. En realidad, no es sólo que sea descendiente suyo, sino que el hecho de que lleve un apellido compuesto se debe a que su familia se sentía especialmente orgullosa del general, de tal forma que sustituyeron el apellido simple "García" por el compuesto "García-Margallo" (una práctica bastante común entre familias de militares de alta graduación).

Juan García Margallo en 'La Ilustración Española y Americana'

La Ilustración Española y Americana, 22 de octubre de 1893.

El García y Margallo más colonial

Juan García y Margallo (Montánchez, 1839 - Melilla, 1893) participó en la Guerra de África de 1859-1860, originada por algunos choques armados en las fronteras de Ceuta y de Melilla. Fue una campaña que generó un gran entusiasmo popular en España, basado en el espíritu imperial y en el racismo antimarroquí. El ejército español ganó las dos batallas de esta guerra y, a pesar de todo, sufrió 9.000 bajas. Los leones que hay en la puerta de las Cortes están forjados, justamente, con los cañones tomados a los marroquíes en la batalla de Wad-Ras. La Guerra de África se acabó con la firma del Tratado de Wad-Ras. El general O'Donnell impuso al sultán Muley el Abbas el pago de una indemnización, el control temporal de la ciudad de Tetuán y la cesión de un territorio en la costa atlántica marroquí (que sería identificado con Ifni, un punto que España no ocuparía hasta 1934). En realidad, el entusiasmo popular acabaría dejando paso al escepticismo: se llegaría a la conclusión que "la guerra grande" había dado lugar a una "paz chica" y que la victoria no había compensado los costes humanos y económicos del enfrentamiento bélico.

La guerra de Margallo

Pese a la victoria española de 1860, los conflictos entre marroquíes y españoles continuarían y acabarían provocando decenas de miles de víctimas hasta 1927. El sepitembre de 1891 Juan García y Margallo fue nombrado comandante general de Melilla. En 1893 estallaría el conflicto con los marroquíes, porque los españoles, para reforzar la seguridad de Melilla, construyeron algunas fortificaciones en territorio marroquí, cerca de la tumba de un santo local, Sidi Guariach, y eso fue considerado como un sacrilegio por los habitantes de la zona. El 3 de octubre 6.000 marroquíes atacaron a las fuerzas españolas. Aunque inicialmente los marroquíes hicieron retroceder a los españoles, el uso de artillería y la llegada de refuerzos desde Andalucía cambió el equilibrio bélico. El sultán de Marruecos estaba dispuesto a negociar con España, pero los habitantes de la región no aceptaron sus directrices.

La muerte del general

El dia 28 de octubre el general Margallo hizo una salida desde Melilla, convencido de que era capaz de hacer retroceder a los marroquíes. Pero no le fue muy bien. Se encontró rodeado de fuerzas muy superiores y murió de un tiro en la cabeza. Sus fuerzas huyeron en desbandada hasta Melilla. Con la llegada de refuerzos desde la Península, la situación se estabilizaría y con bombardeos navales sistemáticos se vencería la resistencia de los rifeños. Al fin, los españoles perderían a más de un centenar de hombres. Los marroquíes, muchos más. Pero España seguiría teniendo un auténtico avispero en Marruecos. En 1909 estallaría un nuevo conflicto: la guerra de Melilla. Sería la puerta de entrada de un conflicto que duraría 18 años y que se cerraría con la conquista de un territorio pequeño y pobre, que pocos rendimientos produjo en España. Las campañas de Marruecos causaron la muerte de decenas de miles de españoles, en acciones como la batalla de Annual o la retirada de Xauen. A las víctimas marroquíes nadie las contó, pero España, en este territorio, usó todos los medios a su alcance: bombardeos aéreos sobre poblaciones civiles, armas químicas, toma de rehenes, mutilaciones a los cadáveres de los enemigos, quema de pueblos y cosechas...