Desirée Bela-Lobedde (Barcelona, 1978) es una activista antirracista y feminista, que en algunos casos ha usado el seudónimo la "Negra Flor". Generalmente se comunica a través de las redes sociales y de su página web. Recientemente ha publicado el libro Ser mujer negra en España (ed. Penguin Random House), en el que denuncia la pervivencia del racismo en el Estado español y analiza, sobre todo, como afecta este a las mujeres negras. En tan sólo un mes ya se han vendido dos ediciones y se está preparando la tercera.

Cuando cualquier persona no blanca dice que es española o catalana, empiezan los peros

Se reivindica como negra española y como negra y catalana. ¿Es necesario, todavía reivindicar el hecho de que se puede ser negra y catalana?

Sí, es necesario, porque el derecho a la autodesignación se nos niega muy a menudo. Cuando cualquier persona no blanca dice que es española o catalana, empiezan los peros. Si yo me designo como catalana o como española, siempre hay quien me pregunta el porqué. Yo ya me he cansado de tener que defenderme. Últimamente, ya no me designo como catalana o como española, sino como vilanovesa, porque me cuesta mucho identificarme con las estructuras más grandes, de nación. Me identifico como negra de Vilanova.

En Ser mujer negra en España hace un repaso de su vida. ¿Cuándo se encontró con los primeros problemas de racismo?

Yo nací aquí. Las primeras veces que, cuando era pequeña, me cantaron las canciones de los Conguitos o del Cola-Cao, no entendí que fuera racismo, pero obviamente son los primeros episodios de racismo que viví. O cuando los primeros niños me dijeron "negra" por la calle. El racismo lo viví ya de pequeña.

Estamos en un periodo de resurgimiento del racismo

¿Ha ido creciendo el racismo con el tiempo?

No lo sé... Cuando era pequeña había muy pocos negros, ahora hay muchos más. Por una parte veo que se avanza, que se señala el racismo, que se le persigue... Pero yo creo que el racismo evoluciona y se transforma. Las formas de racismo cambian. El ascenso de los partidos políticos de extrema derecha da miedo... Yo creo que el racismo es un fenómeno cíclico: la trayectoria del racismo no es lineal. Y parece que ahora estamos en un periodo de resurgimiento. Pero yo no soy experta en este campo, sólo lo interpreto como persona que lo vive.

¿Qué problema hay con el pelo de los negros, al que se refiere a menudo a Ser mujer negra en España?

Eso me gustaría saber a mí, ¿qué problema hay? ¿Qué problema hay para que se nos hagan comentarios, para que gente que no conoces te toque el pelo? Esta mañana en Twitter una mujer, respondiendo a una entrevista que me hacían sobre la importancia del pelo afro, alegaba que era un tema no relevante. Pero tenemos un problema: cuando el pelo a las mujeres afro les supone un elemento más de opresión, hay un problema. Los cánones de belleza que rigen el mundo actual valoran mucho la belleza blanca occidental, con la piel clara y el pelo liso o alisado. Así, muchas mujeres negras que ocupan puestos relevantes no llevan su cabello natural, sino que se lo alisan. Por una necesidad de encajar en los cánones, hay mucha gente que lo hace. Cuando tu trabajo depende de tu aspecto, y tu pelo no encaja en los cánones, tienes un problema...

¿Y qué problema hay con la piel?

Es el mismo problema que el del pelo. Los cánones son los que son y se valora lo que se valora. Tenemos una historia muy vinculada al colonialismo. Hubo muchas prácticas colonialistas que implicaban la voluntad de asimilarnos: tanto por parte de la blanquitud, que quería asimilarnos, como de personas negras, que optaban por doblarse a los cánones imperantes... Por eso algunos optaron por aclararse la piel. Y alisarse el pelo o aclararse la piel, no es sólo una cosa estética, sino que también tiene una clara connotación identitaria. Y también hay problemas de salud. Algunos productos para alisar el pelo llevan sosa, y hay productos para aclarar la piel que llevan mercurio; eso, obviamente, provoca problemas de salud.

Ser negro, en todas partes, supone estar sometido a muchos estereotipos

Desirée @ismael segarra

Desirée Bela-Lobedde. Foto: @IsmaelSegarra.

¿Ser negro, aquí, supone estar sometido a muchos estereotipos?

Aquí, y prácticamente en todas partes. Tienes que estar continuamente enfrentándote a ellos. Voluntariamente o involuntariamente, los tienes que ir rompiendo. Y a menudo los medios de comunicación sólo refuerzan estos estereotipos.

¿Y ser mujer negra, todavía supone sufrir más estereotipos?

¡Pues claro! En las series y en el cine, las mujeres negras siempre se representan en el lugar de cuidados; o es la mujer que cuida a la gente, enfermera o asistente, o bien es prostituta. Hay una serie de clichés que dan a entender que casi todas las mujeres negras que hay en Catalunya tienen un perfil educativo y académico muy bajo. Cuando sale una mujer negra diputada, cirujana o mosso d'esquadra, se trata como una excepción. Y no son excepciones. Hay una diversidad de mujeres negras mucho mayor de lo que se quiere visibilizar.

Las organizaciones de ayuda al Tercer Mundo potencian el síndrome del salvador blanco

¿Las organizaciones de ayuda al Tercer Mundo, han combatido estos estereotipos o los han reforzado?

Los refuerzan, en el sentido de que en muchos casos los cooperantes muestran a las personas de África como personas sin capacidad de decisión, a las que siempre se tiene que ayudar, que no pueden salir adelante por sí mismas... Las entidades de cooperación se sitúan en el centro del proyecto, y no los autóctonos, a pesar de que esos están siempre sacando proyectos adelante. Se resalta siempre el papel de ir a ayudar, o a "salvar". Es el síndrome del salvador blanco. Y eso refuerza los estereotipos: se difunde la idea que el negro no puede, no sabe, no tiene los medios...

¿Qué es peor, el racismo agresivo y descarado o los comportamientos racistas encubiertos de personas que nunca se han considerado racistas?

El segundo. Con el racismo abierto ya sé que me tengo que alejar de esta persona: sé que no tengo mucho que hacer con ella. Pero con la gente que dice "yo no soy racista, pero...", o con la persona que envía memes racista por whatsapp y que se ofende si lo reprochas, eso es mucho más complicado y mucho más difícil de gestionar. Hay personas conocidas y próximas que creen que porque tienen un amigo, amiga, suegra o conocido racializado, eso les libera de tener comportamientos racistas, y eso no es así. Es como decir que por el hecho de tener una madre, una novia, una hermana o una mujer, un hombre ya no es machista, y no es así. Sabemos que el racismo es estructural. Con las personas que se consideran no racistas, pero que te hacen comentarios racistas, es complicado de entender-se...

En el instituto había gente que pensaba que para ser negra me tenía que gustar el hip-hop, tenía que jugar al baloncesto...

En Ser mujer negra en España apunta que la música ha contribuido a reforzar estereotipos...

En parte sí. Cuando yo era adolescente y estaba en el instituto, cuando salí del refugio seguro de la escuela, me encontré con un grupo de gente que pensaba que para ser negra me tenía que gustar el hip-hop, tenía que jugar a baloncesto, tenía que ser musulmana... A principios de los años 90, más que la música, lo que más afectó fueron las películas de Spike Lee o John Singleton, mal entendidas, que hacían que mucha gente creyera que aquella era la única forma de ser negra que existe...

Usted es madre de niñas mestizas... ¿Cómo es para ellas la situación?

Mis hijas nacieron aquí... No quiero que se las califique de inmigrantes de tercera generación. Mis padres ya eran españoles... Estoy totalmente en contra del término inmigrantes de segunda, de tercera generación. Es una forma de hacer perdurar la exclusión...

¿Ellas también sufren el racismo?

La hija pequeña no hace comentarios, pero mi hija mayor sí que se ha encontrado en situaciones en que la han insultado o le han dicho cosas, pero han sido hechos muy puntuales...

Yo no me cambiaría por una persona blanca. Estoy muy contenta y orgullosa de ser como soy

Una vez dijo que "Ser negra en España no mola nada". ¿Realmente no mola nada o se trataba de una provocación?

Era una provocación. Yo no me cambiaría por una persona blanca. Estoy muy contenta y orgullosa de ser como soy. Pero necesitaba un reclamo y visibilizar los problemas que tenemos.

Usted es muy activa en las redes sociales, con muchos seguidores. ¿Para que hacer un libro?

Yo me tengo por comunicadora.. Y el libro me ofrecía otra manera de comunicar. No me tengo por escritora, porque yo sólo he escrito un libro. Yo comunico con redes sociales, con vídeos, en los periódicos... Y el libro me permite dar mi mensaje por otro canal y llegar a otros públicos.