Francisco Marco es, sin duda, el detective más famoso de Catalunya. Fue él quien organizó la grabación de la conversación entre Alícia Sánchez Camacho y Victoria Álvarez, la ex de Jordi Pujol Ferrusola. Es pues, el hombre que sacudió los más sacrosantos fundamentos de la política catalana. Ahora, el hombre de acción se pasa a la escritura. Ha publicado Cazando infieles (ed. Corre la Voz), un manual para los que crean que su media naranja les está poniendo los cuernos. Los adúlteros ya se pueden poner a temblar. El hombre que limpiaba las cloacas del Estado pasa a limpiar las cloacas de nuestros hogares.

Método 3

Método 3, la agencia creada por Marita Fernández, la madre de Francisco Marco, fue la empresa de detectives más famosa de España. Hoy en día Marco ya no controla la marca Método 3, que le fue embargada por sus problemas económicos. Pero asegura que su nuevo libro representa “el Método 3.0 para saber la verdad y probarla”. Afirma que su libro es de gran importancia porque “la infidelidad perjudica seriamente la salud” o, incluso, "la infidelidad mata".

El hombre de La Camarga

Marco se dio a conocer ante de el gran público en abril del 2015, cuando compareció en el Parlament de Catalunya para declarar en la comisión sobre la corrupción. Reconoció lo que ya se sabía, que su agencia de detectives había grabado la conversación entre la líder popular Alicia Sánchez-Camacho y la expareja de Jordi Pujol Ferrusola, Vicky Álvarez, cuando ésta denunciaba la implicación de su antiguo novio en asuntos de corrupción. En el Parlament, ante el estupor de los presentes, Marco confirmó que, en contra de lo que había afirmado la dirigente popular, la grabación había sido encargada por alguien del entorno de Alícia Sánchez-Camacho, y que por lo tanto ella estaba al día de su seguimiento (y, por lo tanto, la grabación no era ilegal). En aquel momento todo el mundo sospechaba del dirigente socialista José Zaragoza, pero éste lo negó y Marco no lo involucró directamente. Finalmente, Sánchez-Camacho y Álvarez llegaron a un acuerdo extrajudicial con Marco y renunciaron a seguir el caso a cambio de una indemnización. La verdad, pues, nunca se sabrá en los juzgados. Alguien quería taparla.

Detective contra superespía

El 2004 Francisco Marco protagonizó uno de sus casos más sonados. Alguien le encargó localizar a Francisco Paesa, un hombre que llevaba años huido de España. Paesa había trabajado como espía en Guinea Ecuatorial, donde había estafado a su dictador, Francisco Macías. Más tarde vendió dos misiles antiaéreos a ETA, pero les colocó sensores de localización y gracias a eso la policía pudo capturar a muchos terroristas. Paesa también estuvo implicado en los GAL. En 1995 Paesa fue el intermediario que consiguió la captura de Luis Roldán, el antiguo jefe de la Guardia Civil implicada en turbios asuntos de corrupción. Pero todo parece indicar que, a cambio de la entrega del delincuente, Paesa se quedó con el botín y por eso fue reclamado por la justicia. En 1998 se hizo pasar por muerto, e incluso se hizo publicar varias esquelas. Se descubrió la farsa, pero durante muchos años desapareció de circulación. Pero parece ser que las autoridades españolas no estaban muy interesados en localizarlo, porque Marco pudo encontrarlo con facilidad, y divulgó la información a través de El Mundo. Pero nadie capturó a Paesa. El caso Roldán prescribió, y Paesa siguió metido en líos, ahora con la mafia rusa. En 2011 fue detenido en un aeropuerto de Sierra Leona: se sospechaba que quería traficar con oro o con diamantes; fue liberado poco después. No se ha sabido nada más de él. Hasta ahora.

Espionaje azulgrana

Método 3, en tiempo de Joan Laporta, espió a varios directivos del FC Barcelona y a otra gente próxima al club por encargo del ex director general Joan Oliver y del jefe de seguridad Xavier Martorell. La operación costó medio millón de euros en total. Francisco Marco insinuó que se había espiado a estas personas para intentar evitar que presentaran su candidatura a la presidencia del club contra Laporta. Pero los informes no han aparecido nunca: dicen que se destruían una vez leídos. De hecho, incluso hay quien cree que nunca existieron y que todo fue una maniobra para desviar dinero. Pero también hay quien cree que los espionajes tenían un trasfondo político y no deportivo, y que se usó el Barça como herramienta de distracción.

El caso Madeleine

Método 3 fue contratada también por los padres de la niña de cuatro años Madeleine McCan, desaparecida en Portugal en 2007. Método 3 obtuvo una gran publicidad de este contrato, pero lo cierto es que no consiguieron grandes progresos. Marco presume de que cedió sus vías de investigación a Scotland Yard, pero la policía inglesa tampoco ha obtenido avances. Hay quien sospecha que, en realidad, Marco no investigó prácticamente nada en el caso Madeleine, y que en realidad se embolsó grandes cantidades de dinero por no hacer nada.

Contratado por todos

Uno de los problemas de los políticos con Marco es que éste realizó tareas para casi todos los partidos políticos, y probablemente sabe demasiadas cosas de todos ellos. Se tiene constancia de que habían trabajado para el Partido Popular, para Convergència y para el Partit dels Socialistes de Catalunya. Ciutadans reconoce que había contratado a la agencia para evitar que les rebentaran mítines... E incluso la CUP de Valls la fichó para hacer una investigación sobre un posible caso de corrupción urbanística. En tiempo del tripartito, Método 3 se benefició de dinero público...

Entre la legalidad y la ilegalidad

Método 3 fue acusada de hacer escuchas ilegales. Hay sospechas de que la agencia podría haber trabajado por cuenta de los aparatos del Estado en un intento de desestabilizar el soberanismo. De hecho, CiU y ERC apuntaron al CNI como responsable del intento. Hay fuertes sospechas de que Método 3 trabajaba de forma poco ética. En realidad, en 2012 ya había estado implicada en la operación Pitiusa, que puso al descubierto una trama de venta de datos privados. Después de la grabación de La Camarga, Método 3 cayó en desgracia y se le acumularon los problemas. Un socio de Marco, Antonio Tamarit, lo demandó por impago de salarios, y el juez acabó por embargar la marca Método 3 para cederla al exempleado. La empresa dejó de existir del todo y desapareció de sus locales.

'El Método'

Antes de publicar Cazando infieles, Marco había publicado el libro El método (La Esfera de los Libros, 2014). En él explica detalladamente su participación en la grabación de La Camarga, pero también explica algunos de los asuntos sucios en los que estuvo involucrado, como las tramas montadas por el comisario Villarejo, o los negocios turbios del empresario Javier de la Rosa o los del traficante de armas en el Kassar. Más tarde, Federico Marco probó con la novela y publicó Realpolitik, un libro de ficción política inspirado en sus propias vivencias.

El lío editorial

Cazando infieles se ha publicado en la editorial Corre la Voz. Esta empresa hace tiempo que tiene relación con Marco, y no precisamente cordial. En el 2014 publicó el libro La cortina de humo, de dos empleados de Método 3, Antonio Tamarit y Julián Peribáñez. En este libro hacían revelaciones sobre las escuchas de la Camarga, sobre el saqueo del FC Barcelona y sobre asuntos relacionados con la trama Gürtel. Pero Marco los denunció, acusándolos de usar una información confidencial que habían obtenido de su trabajo a Método 3, y consiguió que el juez embargara la publicación antes de que saliera a las librerías. Ahora, Corre la Voz ha cambiado de bando.