Josep Maria Tarragona Clarasó ha presentado Gaudí, el arquitecto de la Sagrada Familia. Una biografía breve (Torsimany Books). Se trata de un esfuerzo por hacer un estudio extenso y profundo sobre el artista, pero abierto al gran público. El autor es un destacado especialista en la obra de Gaudí, que ha publicado diversos libros sobre el artista, lleva muchos años investigando su obra, y cuenta con acceso directo a buena parte de los fondos sobre él. En realidad, la presentación del libro tuvo lugar en un marco incomparable: la cripta de la Sagrada Familia.

Un fracaso

Esta biografía sorprende porque explica que la vida de Gaudí, este arquitecto hoy unánimemente elogiado, es, en el fondo, la historia de un fracaso. Gaudí no tuvo mucho éxito en su vida. Tuvo muchos problemas para superar los estudios de arquitectura; incluso suspendió muchas asignaturas en la carrera. Sus cortejos con diferentes chicas fracasaron, y así se hundió su aspiración de crear una familia. Los miembros de su familia fueron muriendo, sin tener descendencia; y su sobrina, la última al morir, estaba alcoholizada y sufría graves problemas psíquicos. Antoni Gaudí no consiguió ver acabada la que fue su gran obsesión, la Sagrada Familia. Incluso tuvo problemas con el obispado por los retrasos de esta obra. El parque Güell, su proyecto de ciudad-modelo, fue un fracaso comercial, porque nadie quería irse a vivir allí. Cuando Eusebi Güell, su fiel mecenas, se retiró, sus hijos suspendieron las obras de la iglesia de la colonia Güell... Cuando Gaudí murió, la Sagrada Familia estaba casi paralizada y en los últimos meses él se resignó a preparar maquetas para que fuera acabada en un futuro lejano, cuando ya estuviera muerto. Incluso tuvo problemas políticos: él era catalanista y fue detenido por la dictadura de Primo de Rivera, poco antes de su muerte, por dirigirse a unos agentes en catalán.

Itinerario vital y artístico

El libro de Tarragona da un repaso detalladísimo por la vida y obra de Gaudí. Casi como una agenda, nos presenta sus actividades, desde su nacimiento hasta la muerte. Se refiere a sus estudios, a sus amistades, a sus proyectos frustrados... Y, sobre todo, a sus obras: desde los grandes proyectos de templos y palacios, hasta los diseños de modestos muebles o discretas luces. El autor, evidentemente, da prioridad absoluta, al hablar de Gaudí, a la Sagrada Familia, no sólo porque hoy en día es el más conocido de sus proyectos, sino porque es el que él consideró prioritario.

El cambio

Uno de los elementos que pone de relieve este libro es que Gaudí sufrió una evolución religiosa paralela a su vida artística, y que la práctica religiosa condicionó su creación. Cuando era joven, Gaudí era católico, pero no especialmente practicante. En la Cuaresma de 1894, cuando tenía 41 años, Gaudí se sometió a un riguroso ayuno, hasta el punto que puso su vida en peligro. Durante este ayuno salió con la idea de que tenía una misión, que era cumplir el don que Dios le había dado para la arquitectura mediante la construcción de una gran basílica, para alimentar espiritualmente a los hombres. A partir de aquí su prioridad fue el templo expiatorio la Sagrada Familia. Vivió de forma muy modesta y concentró todos sus esfuerzos en un solo objetivo: acabar este edificio.

Una vida en imágenes

Este libro, profusamente ilustrado, nos permite disfrutar de detalles de la obra de Gaudí casi desconocidos. Con fotografías de gran calidad recoge aspectos insólitos de las obras del arquitecto: pequeños detalles, perspectivas insólitas, espacios que normalmente no son accesibles al público... En los últimos años Tarragona ha hecho un seguimiento de todas las obras del arquitecto, y gracias a eso podemos ver el Jardín de la Fuente de la Magnesia, en la Pobla de Lillet, la Casa Botinas, en León, o el Palacio Episcopal de Asorga. Pero también muebles, luces y otros complementos elaborados para la obra de Gaudí. Además de ilustrar la obra de Gaudí en esta biografía, Tarragona ha realizado una admirable tarea de archivo y recoge imágenes casi desconocidas de la vida de Gaudí. Al artista no le gustaba ser retratado y habitualmente sólo circulan unas pocas fotografías de él. En esta obra encontramos algunas más, muy poco conocidas. Y también ofrece imágenes del entorno donde se crio y vivió Gaudí.

Visión conservadora

Gaudí era profundamente conservador y era un abanderado del movimiento de restauración litúrgica. Tarragona explica que tenía una gran adversión a la blasfemia, e incluso al simple taco. Cuando murió su sobrina, se negó a vivir solo con su sirvienta, para evitar tentaciones y por el qué dirán. Una de las esculturas de la capilla de la Virgen del Rosario, titulada "El anarquista" representa al demonio que coloca una bomba orsini en la mano de un joven obrero. Lo más curioso es que el autor de la biografía parece que en algún momento haga suyas las posiciones ideológicas ultraconservadoras de Gaudí.

Visita del nuncio apostólico, Francesco Ragonesi, a la Sagrada Familia, en 1915

¿Un santo?

Josep Maria Tarragona es un firme defensor de la beatificación de Antoni Gaudí. Es uno de los cinco promotores de la Asociación pro Beatificación de Antoni Gaudí, que impulsa el proceso del arquitecto catalán en el Vaticano. Pero Josep Maria Tarragona, aunque enfatiza, muy justamente, la dimensión religiosa de Gaudí, no trata de convencer al lector del libro sobre la conveniencia de la beatificación. Eso sí, este libro no esconde su carácter hagiográfico: ensalza a Gaudí, no sólo a nivel artístico, sino también a nivel personal. Pero lo deja claro en todo momento, por lo que no engaña a nadie.

Mucha obra, poca alma

Si el objetivo de una biografía es conocer el alma de un personaje, en este caso el objetivo queda truncado. En algún momento Tarragona apunta que Gaudí adoptó los hábitos de vida que proponía el abad Sebastian Kneipp: andar algunos kilómetros diarios, comer vegetales crudos, dormir con las ventanas abiertas, vivir en contacto con la naturaleza... Pero el libro nos aporta pocos datos más sobre las convicciones de Gaudí, y sobre la relación entre su vida y su obra. Nos da elementos detallados sobre su vida, pero no responde a los interrogantes sobre los porqués.

Misterios sin desvelar

Sin duda, Gaudí era un hombre reservado: se negaba a dejarse fotografiar o entrevistar por los diarios. Tampoco parece que llevara un diario sobre sus vivencias más íntimas. Tarragona no aporta tampoco correspondencia personal con amigos íntimos. Probablemente no tenía mucho, ya que tenía un carácter hosco, difícil. Esta biografía, en consecuencia, nos ofrece muchos más datos sobre el autor que sobre sus pensamientos. Acabamos sabiendo mucho más sobre la obra de Gaudí que sobre el alma de Gaudí. Y la descripción que Tarragona hace de la obra de Gaudí es mucho más arquitectónica que artística. Tarragona es ingeniero industrial, y es preciso y detallado al hablar de cúpulas, de columnas, de pináculos y de gárgolas. Pero no es tan completo al hablar de luz, de expresión, de calidez, de grandiosidad, de intimidad... Este libro, muy documentado y con una redacción esmerada, nos hace aprender mucho sobre Gaudí, pero cuando acabamos da la impresión que todavía quedan misterios por desvelar.