El turismo de Barcelona mantiene su buena salud a pesar del atentado de la Rambla del pasado 17 de agosto. Así lo ha explicado este martes el segundo teniente de alcalde, Jaume Collboni, que ha apuntado en una rueda de prensa que no se han registrado cancelaciones extraordinarias en los hoteles y en las ferias de la capital después del ataque yihadista. La actividad hotelera se ha mantenido, según los datos del sector, en el 85% de ocupación, una buena cifra teniendo en cuenta que hace sólo doce días del trágico acontecimiento.

Collboni ha destacado la capacidad de superación de Barcelona después de reunirse con los principales agentes del sector turístico. "Es una buena muestra de la recuperación gradual de la normalidad de la ciudad", ha apuntado la mano derecha de Colau, que ha comparecido para hacer una valoración global con los concejales Agustí Colom y Montserrat Ballarín. Para corroborar que esta tendencia se mantiene en los próximos días, el Ayuntamiento ha anunciado que el Observatorio de Turismo elaborará tres informes en los 30, 60 y 90 días posteriores al ataque. "Queremos disipar cualquier duda", ha expuesto Collboni.

La pérdida de turismo tras los atentados es una gran preocupación para los sectores hotelero y de la restauración. La mayoría de ciudades que han sufrido un ataque yihadista han tenido que hacer frente a una caída importante en el sector. Sin ir más lejos, después de los atentados de París, el turismo cayó un 10% en un solo año —entre 2015 y 2016. Este no sería el caso de la capital catalana, según los datos hechos públicos esta mañana en la reunión. "Nos hace ser muy optimistas", ha destacado el primer teniente de alcalde, que ha subrayado la reputación internacional de la marca Barcelona.

Afectaciones en el centro

Lo que sí ha reconocido el sector en la reunión son las consecuencias económicas del atentado en los comercios de la Rambla y sus proximidades. Según ha apuntado el mismo Collboni, lo que ha motivado esta situación no ha sido el atentado sino que el entorno de la Rambla se haya convertido en el escenario para que la ciudadanía exprese sus condolencias. Esta circunstancia ha provocado que los visitantes acudan a la zona para homenajear a las víctimas, en vez de ir a comprar en los comercios o a comer en los restaurantes. "Es comprensible que, en los días e incluso semanas después del atentado, este sea el comportamiento", ha expuesto el primer teniente de alcalde.

Ahora bien, Collboni ha insistido en la idea de que el centro de Barcelona ha sabido reaccionar al envite, y en parte eso ha sido gracias a la valentía de la ciudadanía, que volvió a hacerse ver por la Rambla una vez se reabrió el paseo. Y es que, tal como ha recordado el número 2 de Colau, al día siguiente de tragedia el centro volvió a estar lleno: "Eso no ha pasado en otras ciudades. Hemos transmitido al mundo la imagen de una ciudad que recupera la normalidad a gran velocidad".

El sector turístico, en la reunión

Collboni ha participado en el primer encuentro de seguimiento entre el Ayuntamiento y los agentes económicos con el objetivo de valorar los efectos del atentado sobre el turismo y definir una estrategia para hacer que tengan la mínima afectación posible sobre el turismo.

En el encuentro, han asistido representantes de Turisme de Barcelona, Fira de Barcelona, el Gremi de Restauració, el Gremi d'Hotels, la Associació d'Apartaments Turístics de Barcelona (Apartur), Pimec, la Cambra de Comerç de Barcelona, Barcelona Oberta y Barcelona Global, entre otras organizaciones.