Uno de cada tres trabajadores de Barcelona cobra menos de 1.000 euros. Es lo que se extrae de un estudio del Ayuntamiento de Barcelona, que advierte que esta situación es la de la mayoría de los menores de 30 años (64,7%). El informe pone de relieve el empeoramiento de las condiciones laborales y de los salarios de los barceloneses, que no se han recuperado del envite de la crisis.

El informe del Ayuntamiento, que lleva el nombre Distribución, dispersión y desigualdad salarial en Barcelona 2010-2015, expone que un 32,4% de los barceloneses no llegan ni a ser mileuristas, es decir, no cobran a final de mes ni 1.000 euros. Como dato alarmante, esta situación se extiende todavía más entre los jóvenes de menos de 30 años: prácticamente dos de cada tres (64,7%).

Caída del salario medio

El nivel de vida de los barceloneses se ha hundido en los últimos años a causa de la crisis y de la reforma laboral de la mayoría del PP: aunque los salarios han subido, no lo han hecho si se tiene en cuenta el nivel de vida de la capital catalana.

El año 2010 el salario medio anual de Barcelona se situaba en los 28.444€ y en el 2015 —último año con datos oficiales— sólo había subido 417€ (28.861€). Esta subida es un mero espejismo: los salarios no han subido, sino que ha sufrido una caída del 6,5% en términos reales.

No obstante, los barceloneses pueden celebrar que su salario medio es uno de los más elevados de España: está un 14,6% por encima del de Catalunya y un 23,8% del conjunto del estado.

Desigualdades de género

Según el estudio, las barcelonesas siguen cobrando mucho menos que los barceloneses. Concretamente, la brecha salarial se sitúa en los 7.424 euros. Dicho de otra manera, las mujeres cobran un 29,4% menos que los hombres y por eso proporcionalmente hay muchas más barcelonesas mileuristas.

Esta diferencia, no obstante, se ha reducido en los últimos años: como la caída salarial ha sido mayor entre los hombres, los salarios entre ambos sexos se han acercado sutilmente (aunque sea a la baja).

Menos nivel de vida

La caída de los sueldos en términos reales se debe principalmente a la subida de los precios en la capital catalana. Uno de los elementos que más preocupan a los barceloneses es el alquiler.

Solo en el último año, según ha expuesto recientemente el portal immobiliario Idealista, los precios del alquiler han aumentado un dramático 78,1%, convirtiendo la capital catalana en una de la ciudades con un precio medio más caro (426€ mensuales). Esto ha hecho que el nuevo perfil de inquilino haya mutado: ahora son trabajadores precarios, separados o viajeros con una media de 30 años de edad.