El gobierno de Barcelona ha paralizado la remunicipalización del servicio funerario en la capital catalana. El ejecutivo liderado por el alcalde accidental, Gerardo Pisarello, ha tomado esta decisión tras constatar que no contaba con los apoyos necesarios para aprobarlo en el pleno municipal de esta mañana.

El gobierno municipal pretendía aprobar en el pleno de este viernes la iniciativa que permitía la creación de un nuevo servicio funerario público, dentro de la empresa Cementiris de Barcelona, tras un período de alegaciones. Además, Pisarello quería proceder a la venta de las acciones del Ayuntamiento en la empresa Serveis Funeraris de Barcelona, con una mayoría de capital privado y donde la administración municipal cuenta con el 15% del accionariado.

Los planes del ejecutivo se han truncado al ver las posiciones de los otros grupos, por lo que antes de que empezara el pleno se ha tomado la decisión de retirar la proposición. 

El pasado 14 de diciembre, la iniciativa se llevó a la comisión de presidencia, donde contó con el respaldo del gobierno -BComú y PSC-, junto a ERC y la CUP; mientras que el grupo Demòcrata (PDeCAT, Unió), Ciutadans, PP y Demòcrates se abstuvieron. Una vez superado este trámite, hoy se llevaba al pleno para su aprobación definitiva.

La funeraria municipal

El servicio funerario que pretende crear el ejecutivo pretende bajar el precio de las tarifas por este tipo de servicios, que actualmente rondan -según el gobierno municipal- los 6.400 euros. El coste medio que estima el ejecutivo es de entre 2.400 i 4.700 euros por el mismo servicio, una rebaja sustancial.

El gobierno explicó en la presentación del proyecto que el futuro tanatorio municipal estaría ubicado en el cementerio de Montjuïc y que contaría con seis salas, cuatro de la empresa Cementiris de Barcelona y las dos restantes por otros operadores de la capital catalana.

"El gobierno sufre otra derrota"

El portavoz del grupo municipal Demòcrata, que integra el PDeCAT i Unió, Joaquim Forn, ha asegurado que tras no recabar los apoyos necesarios, el gobierno municipal ha sufrido "otra derrota producto de su superbia". Forn ha añadido, visiblemente molesto, que el ejecutivo se ha mostrado incapaz de llegar a consensos y generar una mayoría suficiente para impulsar el proyecto.

Pese a todo, desde el grupo Demòcrata consideran que existe un consenso para cambiar la situación de los servicios funerarios en la capital catalana. "Hay alternativas que se han puesto sobre la mesa, como la recuperación de concesiones. Pedimos sentarnos", ha pedido el concejal portavoz, que ha estendido la mano al gobierno municipal.

Críticas en el sector privado

No obstante, desde el sector privado consideran que esas cifras no se corresponden a la realidad. El director general de la empresa de servicios funerarios Áltima, Josep Ventura, en una entrevista en El Nacional, aseguró que los precios de la funeraria que dirige son mucho más bajos que lo que indica el gobierno: "Se habla de un precio de entre 4.500 y 6.500 euros y Áltima aporta un informe donde queda detallado que nuestro precio medio sin IVA es de 2.635 euros y con IVA, 3.164 euros", contó a este periódico.

Es más, Ventura denunció que si finalmente se crea la empresa municipal, ésta tendría "una ventaja competitiva" respecto al resto de operadores. "Se beneficia de una estructura, unos servicios y unas directrices en funcionamiento", justificaba el director general.

Coincidiendo con la paralización de la funeraria municipal, Ventura ha extendido la mano al Ajuntament para establecer "un diálogo con la voluntad de incrementar la competencia en beneficio del ciudadano".