Por tierra, mar y aire, y también, por las redes sociales. La presión que en los últimos días ha recibido al presidente de Esquerra Republicana al Ayuntamiento de Barcelona, Alfred Bosch, para que su grupo diga 'Si' a la conexión del tranvía por la Diagonal, se ha producido por todos lados.

El líder de los republicanos se ha visto sometido a un auténtico escarnio digital a través de Twitter, desde cuentas oficiales de Barcelona en Comú hasta los perfiles de concejales como Gerardo Pissarello o Jaume Asens. Todos ellos han tuiteado haciendo mención a Bosch y con un único objetivo: dejar en evidencia el 'No' de los republicanos a una infraestructura que, a ojos del gobierno municipal, desea prácticamente a todo el mundo.

El 'pressing', que empezó el mes de febrero, se intensificó la semana pasada, cuando Ada Colau empezaba a tener claro que el viernes perdería la votación del tranvía; punto, que finalmente retiró del odre del día por la situación política a raíz del exilio de Marta Rovira. El miércoles 21 de marzo, el tercer teniente de alcalde Jaume Asens acusaba a Alfred Bosch de hacer frente común con "el PP y el lobby del coche".

 

El mismo día, la concejala de Participación Gala Pin hacía un retuit interpelando directamente a Alfred Bosch.

 

El escarnio digital se acelera a 24 horas del pleno

El jueves 22 de marzo, a menos de 24 horas del pleno que tenía que aprobar la conexión del tranvía, el escarnio digital sobre Alfred Bosch se redobló. El primer teniente de alcalde Gerardo Pisarello retuiteava un tuit de Greenpeace donde se pedía Esquerra Republicana y a Alfred Bosch que votaran 'Si'.

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El mateix va fer la parella d'Ada Colau, Adrià Alemany i el portaveu d'En Comú Podem al Congrés, Xavier Domènech:

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Aquel mismo día, el gobierno municipal convocó una rueda de prensa para anunciar que ofrecía una nueva propuesta a Esquerra, un "acuerdo amplio" que contemplaba "inversión, gestión y retorno públicos"; un gesto, que también fue desestimado por los republicanos que lo vieron como "una nueva campaña de pressing". La presión llegó a través de los medios pero también a través del Twitter. Cada vez que Alfred Bosch abría el móvil, se encuentraba con una nueva mención de Barcelona en Comú donde lo instan a cambiar el sentido del voto. "Sólo falta el 'Si' de ERC", tuiteaban una vez tras otra.

 

El entorno de Barcelona en Comú, también aprieta

Militantes y concejales de distrito de Barcelona en Comú también se añadieron a la presión sobre Esquerra Republicana:

 

La conexión del tranvía por la Diagonal se debatirá finalmente el 10 de abril, en un pleno extraordinario que contará con dos puntos en el orden del dia: la multiconsulta y la conexión del tranvía por la Diagonal. Habrá que ver dentro de dos semanas de qué manera mueven ficha los partidos: si Barcelona en Común continúa presionando para obtener los votos favorables de Esquerra y si Esquerra continúa manteniéndose firme en el 'no' al tranvía.