A la alcaldesa de Barcelona Ada Colau le ha salido el tiro por la culata. Ayer el Ayuntamiento proponía alargar el tranvía sólo en un tramo, desde Glorias hasta Verdaguer, y hacerlo con un modelo de financiación y gestión 100% público. Hacía de esta manera dos concesiones, una, al Partido de los Socialistas (PSC); la otra, a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), para poder conseguir el mayor número de apoyos posibles. Los del PSC los conseguirá —los socialistas condicionaron el suyo sí a la construcción del primer tramo— pero los de ERC se le resistirán. En el avance de una entrevista que mañana publica el diario Ara, Alfred Bosch es rotundo: "Votaremos no". Para el líder de los republicanos en Barcelona, la propuesta del equipo de Colau es insuficiente: "Puedes tener muy buenas intenciones, pero no votaremos sólo buenas intenciones", sentencia.

"El negocio del Robert de las cabras"

Para Bosch no hay un plan detallado de la gestión de la nueva infraestructura y se pregunta quién saldrá beneficiado de una inversión de 200 millones de euros: "¿El ayuntamiento avanzará 200 millones de euros para que después la explotación de esta inversión vaya a una empresa privada? ¿La concesión continuará hasta el 2032, no la piensan rescatar y hasta entonces tendremos una inversión pública y los beneficios irán a manos privadas?", se cuestiona perplejo. "¿Si se triplica el pasaje, se triplican los beneficios? Es un mal negocio. Es el negocio del Robert de las cabras", afirma.

El candidato de ERC a la alcaldía pide a Colau que retire la propuesta y que lo haga bien: "Desde ahora hasta a final del mandato no se pondrá ni una sola raíz, no hay tiempo. La votación será simbólica porque los interesa en que todo el mundo se signifique", asegura. Mañana por la tarde está la reunión de la Comisión de Ecología, Urbanismo y Movilidad donde los grupos debatirán la propuesta presentada ayer. La posición de Esquerra Republicana será clara: tumbar el proyecto de Ada Colau.