Este sábado al mediodía un equipo de operarios ha hecho pruebas para retirar la estatua del negrero Antonio López de Barcelona con una grua para preparar la retirada oficial que tendrá lugar mañana.

El ensayo ha sido confundio en un primer momento con la retirada efectiva, que dará cumplimiento al compromiso del distrito de Ciutat Vella de quitar la figura del espacio público al considerar que se trata de un personaje protagonista del comercio negrero con Cuba.

La retirada de la estatua tendrá lugar el domingo, aunque en mayo del año pasado el ayuntamiento adquirió el compromiso de hacer la retirada antes de finalizar en el 2017

En efecto, este domingo hay convocada una fiesta ciudadana que contará con la asistencia del primer teniente de alcaldía, Gerardo Pisarello, y la concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, para "retirar la estatua dedicada al hombre de negocios y negrero Antonio López, el primer marqués de Comillas, inaugurada en el año 1884".

La fiesta contará con la dirección artística de Comediants, y comportará el cierre al tráfico de la Via Laietana entre las 11:15 horas y las 13.30 horas.

Vestigio colonial

La estatua de Antonio López ha sido objeto de debate en los últimos meses, desde el momento en que el ayuntamiento debatió qué hacer con el vestigio colonial de Barcelona, en especial el monumento a Colón, que finalmente no experimentará ningún cambio.

Críticas desde Comillas

El anuncio de la retirada ha provocado la reacción de la alcaldesa de Comillas (Cantabria), Teresa Noceda (Partido Regionalista de Cantabria) que ha calificado de "despropósito" la intención de retirar la estatua de Antonio López, que fue Marqués de Comillas.

En una carta dirigida a Ada Colau, Noceda reconoce la "leyenda negra" del marqués relacionada con el tráfico de personas, aunque puntualiza que "no cometió ninguna ilegalidad" porque a final del siglo XIX era una actividad permitida, pero el defensa como un personaje "clave" en la historia de Barcelona y de España y destaca su apoyo al "florecimiento de las artes y la industria".

En su comunicación, Noceda recuerda que esta estatua fue erigida con motivo de la Exposición Universal de 1888 como homenaje del Ayuntamiento de Barcelona al marqués por su apoyo y promoción de aquella cita, que, según destaca, "va situar su ciudad en el mapa de la modernidad europea ". Además, resalta el apoyo del marqués de Comillas al "florecimiento de las artes y la industria de Barcelona y Cataluña, a través de sus empresas industriales comerciales y financieras con presencia internacional".