Intercambio de reproches entre el gobierno de Barcelona y los grupos de la oposición. En el pleno extraordinario sobre el estado de la ciudad, la mayoría de partidos del consistorio ha cargado contra las políticas de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, mientras que ésta ha pedido que la oposición haga propuestas en vez de críticas.

La alcaldesa, además, ha aprovechado para subrayar la dejadez del gobierno español en materia de legislación para regular los precios del alquiler y para impulsar infraestructuras primordiales como la estación de la Sagrera.

La oposición, de acuerdo en el desacuerdo

Los grupos de la oposición han mostrado sintonía a la hora de criticar a Colau,aunque con mensajes y direcciones varios. ​Joaquim Forn, del grupo renombrado Demòcrata, ha asegurado que la gestión del Ayuntamiento tiene graves efectos perjudiciales en la igualdad de los barceloneses. "Ha demostrado ser una broma para los ricos, una pesadilla para las clases medias y un castigo para los más desfavorecidos". Forn ha reprochado también que Colau siga adelante en el impulso del tranvía por la Diagonal. El concejal demócrata ha asegurado que presentarán un informe que pone de relieve que este modelo de transporte "no tiene retorno social ni económico" para la ciudad.

Forn también ha pedido que Colau se implique en el proceso independentista y le ha reprochado que no haya cumplido la promesa de preguntar a los barceloneses sobre la adhesión de la ciudad en la Associació de Municipis per la Independència.

Ciutadans, en la misma línea que los demócratas, ha advertido que el gobierno liderado por BComú está generando problemas a los barceloneses y ha puesto de relieve la incapacidad del gobierno para ponerse de acuerdo con los grupos de la oposición: "Ha hecho pasar el presupuestos por la puerta de detrás", ha explicado su portavoz, Carina Mejías.

Ada Colau en el País de las Maravillas

La alcaldesa Colau ha pedido, por su parte, que los grupos de la oposición dialoguen con el gobierno municipal con el fin de llegar a un acuerdo. Además, ha aprovechado para recordar que el Gobierno no ha cambiado las leyes para permitir regular los precios del alquileres en la capital catalana ni tampoco ha impulsado el transporte público en Barcelona. Colau ha evidenciado la dejadez del Estado cuando ha hecho referencia a las obras de la futura estación de La Sagrera.

La alcaldesa ha pedido al resto de partidos "acuerdo y diálogo, amplitud de miras y poner siempre el interés de Barcelona por encima de las siglas". El discurso ha hablado de retos de futuro, como el ordenamiento de las terrazas y la construcción de la conexión del tranvía, pero ha eludido cuestiones sociales relevantes como los desahucios, como le ha recordado el portavoz de ERC, Alfred Bosch, que ha asegurado irónicamente que las palabras de la alcaldesa eran propias de "Ada Colau en el País de las Maravillas".