En la vida siempre hay historias rocambolescas, seguramente necesarias para poder tomarnos todo de mejor forma. Ahora bien, siempre que no pasen de eso, de meras anécdotas.

En esta ocasión, una madre australiana había puesto la comida en la mochila de su hija de 5 años para ir al cole. Nada extraño, lo que hace cada día.

Ahora bien, según explica en Facebook ella misma, al cabo de un rato recibió una llamada de la escuela de su pequeña, extrañados por la comida que la niña llevaba encima.

La madre pensaba que le había dado un sorbete de frambuesas. Y, en efecto, eso pone en el paquete. El problema es que se le había pasado leer que era vodka, vodka de la marca Smirnoff... con sabor a frambuesas.

Según explica la madre al medio Kidspot, la escuela "reaccionó muy bien", seguramente entendiendo que se trataba de un error. "Yo quise quitar hierro al asunto (...) me disculpé por no haber enviado vodka también a los profesores y ellos se rieron, por suerte".

Seguro que, a partir de ahora, la madre se mira con lupa sus compras en el supermercado.