Empieza la mejor época para nuestros presentadores favoritos, empiezan las vacaciones. La mayoría de programas de TV3 cuelgan el cartel de vacaciones a mediados de julio y, sin duda, los que más disfrutan de los días libres son los que han dejado los deberes hechos durante toda la temporada. Realmente, la cadena catalana por excelencia está llena de grandes profesionales del audiovisual, porque los mejores, tarde o temprano, siempre caen ahí. A pesar del talante de la cadena de contratar cada vez a más gente joven, los que nunca fallan en audiencia son los de siempre. Melero, Masferrer, Cruanyes... Podríamos decir un arsenal de nombres que tienen a la audiencia enamorada, pero uno de los que esta temporada ha dejado huella ha sido Xavier Grasset.

Su objetivo no era nada fácil, revivir el magazine de la tarde. Un trabajo ilusionante, pero difícil, porque suponía dejar su programa estrella, el Més 324. Con el nombre de La selva, la emisión emergía como una solución para todos aquellos que se sentaban al sofá a la hora de la merienda con ganas de ver cualquier tema. Entrevistas, actualidad, curiosidades... Durante una hora y media, una serie de colaboradores decían la suya encima del plató de TV3 y, el rey de la selva, Xavier Grasset, se encargaba de conducir el show. ¿El resultado? El éxito, porque el programa ha conseguido unas cifras de audiencia fantásticas. Ayer, en el último programa de la temporada, La selva hizo un 14,1% y 125.000 espectadores por término medio.
El último plano de la emisión fue espectacular, porque aparecieron todos los miembros del programa para hacer un baile en la calle interior de las instalaciones de TV3. Así acababa Grasset: "Gracias por habernos seguido esta primera temporada. Los emplazamos al mes de septiembre con la misma ilusión, fuerza y energía para hacerles pasar unas tardes entretenidas. Gracias por su seguimiento y apoyo que nos hace crecer y nos hace mejores. ¡Muchas gracias y buen verano!". De golpe, suena un 'hit', Que no s'acabi de los Figa Flawas, canción que horas después veríamos cantar a Grasset con un micrófono y acompañado de la euforia colectiva de los miembros del programa. Atentos a la escena porque es fantástica:

Copas, cervezas y gritos, los protagonistas del programa lo dieron todo en la fiesta de después y reflejaron gráficamente cuál es el "balance" de la temporada. Después de un mes de junio y julio espectaculares, La selva hizo una selva de alegría para volver a apuntar su nombre en la parrilla de TV3. Xavier Grasset brilla, presentando un programa y cantando encima de la tarima el himno de todos los veranos. Que no se acabe La selva.