La saga Fast And Furious es una de las más exitosas de la historia del cine. Con ocho películas estrenadas y una novena en camino, la franquicia ha recaudado más de 6.600 millones de dólares en todo el mundo, y para que su éxito no llegara a su fin, Tom Cruise tuvo mucho que ver, sin necesidad de formar parte del elenco. Inicialmente, la saga comenzó amasando unos admirables 207,3 millones de dólares en todo el mundo, ante un modesto coste de solo 38 millones, y poniendo en marcha una secuela. Su continuación funcionó igual de bien, pese a la ausencia de Vin Diesel. Sin embargo, para la tercer parte la fórmula empezó a lucir desfasada, trillada y poco efectiva. 

Por suerte, más adelante, el equipo de producción dio con la clave para mantener la saga en una buena posición consiguiendo elevar su atractivo, hasta el punto de convertirse en una de las más aclamadas franquicias de acción actuales, tal como precisa Yahoo! en su sitio web. Pese al desplome que tuvo la tercera película, los coches, la velocidad y la adrenalina se mantuvieron, pero ese mundo de bandas callejeras al margen de la ley empezó a ser sustituido por una propuesta más en la línea de películas como 'Misión Imposible'.   

¿Cómo ayudó Tom Cruise a Fast And Furious?

La saga optó por utilizar set-pieces que desafían toda lógica de la realidad, dinámicas argumentales mucho más grandilocuentes y misiones en las que hasta el destino del mundo llegaba a estar en juego, como en las películas de Misión Imposible en las que participó Tom Cruise. Eso sí, manteniendo su esencia original, aunque en terrenos muy diferentes a los de sus orígenes. Este hecho no es una teoría, ya que desde el mismo tráiler de Fast And Furious 5 se escuchó al actor Tyrese Gibson, quien interpreta al personaje Roman Pearce, pronunciar las palabras: “Esto ha pasado de Misión Imposible a Misión: Maldita demencia”. 

Las películas incluyeron a reconocidas estrellas de Hollywood en su reparto, como fue el caso de Dwayne Johnson. Y por supuesto que la nueva fórmula que aplicaron funcionó, puesto que de la recaudación de 158,9 millones de dólares de la segunda parte pasaron a obtener 360,36 millones con su cuarta entrega y 626,1 con la quinta, un rotundo éxito. Y como era obvio las siguientes entregas apostaron aún más fuerte por el estilo Misión Imposible. La inspiración de Misión Imposible en Fast And Furious se vio con secuencias como la de un tanque recorriendo una autovía y destrozando estructuras, mientras la banda de Vin Diesel trata de asaltarlo, pero sobre todo en la séptima parte, donde los personajes incluso dejaban de lado la ilegalidad para prestarse a salvar el mundo de cruentos asesinos y colaborar con el Gobierno de Estados Unidos (EEUU) así como otras organizaciones.