Radiotelevisión Española ha activado el botón rojo. La apuesta por llevar a figuras como María Patiño y Belén Esteban al ecosistema digital ha terminado en cancelación inmediata. El programa La familia de la tele, que pretendía resucitar el estilo “Sálvame” en un formato más moderno y, supuestamente, compatible con los valores del servicio público, ha sido borrado de RTVE Play tras registrar cifras vergonzosas. Según cifras filtradas, el último episodio apenas logró un 8,9% de share y congregó a solo 623.000 espectadores. Un auténtico desplome en toda regla.
Lejos de consolidarse como una alternativa viable, el programa ha terminado por arrastrar consigo la frágil imagen de renovación de RTVE. La reacción no se ha hecho esperar: medidas urgentes, recortes drásticos y silencio institucional. Todo apunta a que el experimento no solo ha fracasado, sino que ha dejado heridas profundas en la estrategia digital de la cadena pública.

El programa “se desangra”: RTVE toma medidas radicales tras hundirse el share
En palabras del periodista Diego Arrabal, “esto no lo ve ni Perry”. Y no le falta razón. La curva de audiencia de La familia de la tele muestra un patrón alarmante: en cuanto comienza el programa, los datos se desploman, perjudicando incluso a los espacios anteriores y posteriores. El fenómeno ha sido tal, que incluso competidores históricos como Sonsoles Ónega y Jorge Javier Vázquez han salido beneficiados, con un 11,2% y un 12,1% de share, respectivamente.
El caso de María Patiño y Belén Esteban no es una simple caída: es un derrumbe estructural. A pesar de contar con contrato firmado hasta verano, ambas estrellas televisivas han sido expulsadas del entorno digital de RTVE. Ya no aparecen en RTVE Play, ni se planea recolocarlas en otro espacio. El mensaje es claro: cancelados sin retorno.
El estilo “Sálvame” ya no engancha: la audiencia da la espalda a las polémicas recicladas
Las promesas de resurrección televisiva no han calado en el espectador. Ni las críticas despiadadas a Paz Padilla, ni las rencillas con Rosa Benito, ni los intentos desesperados de revivir las viejas batallas del corazón lograron mover la aguja. El público, cada vez más exigente, ha demostrado que ya no se traga cualquier espectáculo de griterío y escarnio público. Y peor aún: ha castigado con saña a quienes intentan revender lo que ya fue desechado por la competencia.

Mientras tanto, fuentes internas aseguran que Belén Esteban ya contempla su salida definitiva del proyecto. Se habla de tensiones crecientes, malestar por la falta de dirección editorial y, sobre todo, de un ambiente de derrota absoluta. RTVE, que en un principio apostó por el show con fe ciega, hoy no quiere ni oír hablar del tema.
Lo que parecía una segunda oportunidad se ha convertido en una trampa mortal. RTVE no solo ha perdido audiencia, sino también prestigio. El riesgo de haber acogido a estrellas con popularidad en descenso se ha convertido en una crisis institucional. Las críticas no solo vienen del sector, también del público que cuestiona que se use dinero público para financiar lo que muchos han tildado como “telebasura reciclada”. A día de hoy, el futuro de La familia de la tele es inexistente. Ni reposiciones, ni plataforma, ni planes de reintegración. Solo silencio. Lo que fue promocionado como un nuevo amanecer para el entretenimiento, ha acabado como una pesadilla de la que RTVE quiere despertar cuanto antes.