Rosa Talamàs es una de las periodistas más talentosas que hay en los servicios informativos de TV3. La de Terrassa lleva muchos años haciendo una excelente tarea en la televisión pública de este país, y los últimos tiempos la vemos informando puntualmente de todo lo que pasa en uno de los lugares más bonitos de nuestra casa y del mundo entero. Porque desde hace ya un tiempo es la corresponsal de TV3 en los Pirineos, después de forjarse una sólida carrera en la cadena con programas como Valor afegit o De vacances. Y desde el 2017, cambio de rumbo, adiós a la redacción de Sant Joan Despí, adiós a 'Sociedad' y hacia la montaña falta gente.

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Rosa Talamàs / TV3

En una entrevista hace un tiempo para comunicacio21 reconoció que "Tenía ganas de volver a pisar calle y los Pirineos era una plaza con mucho recorrido periodístico. El único vínculo que tenía hasta entonces era la casa de veraneo en la Cerdanya de mis abuelos. Recuerdo la conversación con David Bassa –exjefe de informativos de TV3–… "¿Quieres que haga país? Yo lo haré, pisándolo desde los Pirineos". Rosa, encantada de la vida de aquella decisión que tomó "consensuada con mi pareja", y teniendo que soportar las bromas de los compañeros de TV3, que desde aquel momento la han bautizado con otro nombre: "Desde entonces, en la redacción de la tele me llaman Heidi... Soy la chica de las montañas"!. Y ahora, Heidi acaba de sufrir una situación francamente desagradable, más que una conversación con la señorita Rottenmeier. Ella misma lo ha explicado en El món a RAC1 de Jordi Basté.

Habla de qué pasó el 23 de agosto, justamente, el día de su santo: "Una persona, que teóricamente se hizo pasar como que me conocía, me envió un mensaje por Instagram diciéndome: 'Hostia, Rosa, por favor, hazme un favor, que quiero hacerme influencer: ¿puedes cliquear un link'?". Explica la periodista que en aquellos momentos ella estaba trabajando, haciendo un reportaje, "pero como la persona me trató con mucha proximidad, pensé que la conocía o le había hecho un reportaje". Le envía el link. Ella le reenvía para asegurarse: "¿Esto?." Le dijo que le enviaba un segundo link, "y veo que ponía 'password'". Total, que clicó el link, "y en aquel momento me suplantan la identidad, y yo ya no puedo entrar más en mi Instagram. Me cambian la contraseña, el mail, y no puedo avisar a nadie".

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Rosa Talamàs / TV3

No queda aquí la cosa, "al día siguiente se publican unas Stories diciendo que por favor, inviertas en bitcoins, 'que yo lo he hecho con una broker andorrana que conocí y nosequé', vamos, duros a cuatro pesetas. Que 'había puesto 500 euros y se habían convertido en 5.000'". Basté, escandalizado, "Oi, oi, oi, oi! Buah!! Increíble, increíble". Talamàs continúa: "imaginé que nadie pensaría que podría publicitar eso, pero desgraciadamente hubo gente que cayó, por ejemplo, una vecina mía que lo vio. El problema es que contactaban por Instagram y 'yo' respondía por el privado, que evidentemente, no era yo, me estaban suplantando la identidad. Se ve que 'yo' decía: 'sí, sí, hazlo, que esto es la bomba, que en un momento das el dinero a esta persona y como es andorrano los moverá en un momento'". La corresponsal explica que después, los estafadores te dicen: "Ahora tienes que pagar los impuestos" y en vez de sacarlos de los 5.000, te los hacen ingresar a ti. La chica fue poniendo dinero hasta que me dijo: 'Ostras, Rosa, ¿te sabe mal si voy a tu casa y hablamos?' Y la persona que me había suplantado la identidad desapareció". Una nueva muestra de la indefensión a la cual estamos expuestos a menudo en todo el tema redes sociales.