Las emisiones de Got Talent están dando mucho de sí. El concurso de talentos no está yendo muy bien de audiencia, pero en cambio está ocupando muchas páginas de las revistas del corazón. Y es que tener a Risto Mejide y Jorge Javier Vázquez de jurado es sinónimo de confesiones íntimas.

El presentador de Sálvame ha llegado al extremo de publicar en su blog de Lecturas que ha tenido más de una discusión con el publicista, evidenciando que hay más mal rollo de lo que parece. Pero es Risto quien más momentos está protagonizando.

Una de las concursantes le hizo enrojecer, proclamando su amor hacia él: "Tengo un favorito, ese que me vuelve loca con su pose de machito. Aunque en la vida hay muchos prototipos, vengo a cantarte a ti, Ristito. Que te quiero, te adoro y hasta te pongo un pisito". Ante esta declaración de amor, Risto contestaba divertido que no tenía nada que hacer, pero que si algún día vuelve a estar soltero, la buscaría.

Risto vaso talento

Telecinco

La escena no pasó desapercibida en la red, pero es una confesión personal de Risto de lo que habla hoy todo el mundo. Todo vino a raíz de una actuación de una mujer y su hija bailando que no lo entusiasmó: "Lo que habéis hecho vosotras, lo hace mucha gente, y lo han hecho un montón de veces. Así que no es que me haya llamado la atención".

Eso sí, la relación a madre-hija le emocionó: "La verdad es que no me quiero ni imaginar la de horas que habéis tenido que estar preparando esta actuación. ¿Sabríais decirmelo"?, se interesaba. "Muchas horas. Incontables. No sabría decirte". Y ante esta respuesta, Risto se rompía.

Risto 3 godo talento

Telecinco

"Como padre separado, te tengo una envidia terrible". El catalán empezó 2014 divorciándose de la periodista Ruth Jiménez, después de más de cinco años de relación y un hijo en común, el pequeño Julio. Y desde entonces, estaría siguiendo el régimen establecido de visitas, con lo que no lo vería tanto como le gustaría. Eso sí, siempre se ha mostrado -también en la red- como un padre muy entregado, publicando fotografías -él y Laura Escanes- de los ratos que pasan con el niño.

Un Risto con los sentimientos a flor de piel después de un San Valentín manchado por unas amenazas de muerte.