Los culés todavía estamos en una nube después de haber conseguido el título de Liga y celebrarlo en el césped del Estadio Olímpico después del partido contra el Villarreal. Los jugadores de Hansi Flick quisieron ofrecer los tres títulos conseguidos este año, Supercopa, Copa del Rey y Liga, ante los aficionados culés que fueron al campo, saliendo uno por uno al césped, dando la vuelta al estadio y pasándolo bien con sus familias.

Muchas parejas e hijos de los futbolistas, alegres, orgullosos y felices de hacerse fotos con los trofeos en presencia de su gente. Así, vimos al hijo nacido hace poco de Íñigo Martínez, Gavi con su chica Ana Pelayo, el hijo de Chesny intentando marcarle un gol a su padre de tijera o la hija de Raphinha celebrando como lo hace el jugador brasileño y con las trenzas azulgranas como su padre. Orgullo culé.

Un Raphinha que después de protagonizar una temporada impresionante, de ser uno de los motores del equipo, de marcar goles y asistencias y de hacer de capitán, teniendo claro en todo momento qué había que hacer encima del césped, ha demostrado que es humano y que hay cosas donde no acaba de salirse con la suya. Cosas del día a día donde demuestra que es como el resto de los mortales. Por ejemplo, yendo a comprar a una gran cadena de supermercados, como Lidl. Él y su mujer, Natalia Rodrigues Belloli, han ido a llenar la despensa y han puesto el carro de la compra hasta arriba. ¿De qué? De los productos que podemos ver en cualquier compra grande de muchas familias: bandejas de pollo, productos de la limpieza, coca-colas y pan recién hecho. Justamente ha sido con este producto con el cual Raphinha ha tenido algún problema. Y es que a la hora de pagar, en una de aquellas máquinas de autopago donde se tienen que ir escaneando los artículos, el brasileño ha tenido problemas a la hora de escanear el pan, dónde no se veía el código de barras en ningún sitio. Una escena donde los suyos se tronchaban de risa y que ha grabado su pareja.

Sin duda, una peculiar imagen la de ver a un jugador top como el del Barça en unos supermercados de gran alcance como el Lidl, buscando la mejor relación calidad-precio y las mejores ofertas... Suerte, sin embargo, que Raphinha no ve las porterías rivales como la bolsa de pan del Lidl, porque si no, no habría conseguido marcar ningún gol esta temporada...