Pilar Rahola no tiene ningún tipo de duda: "La solución de los presos políticos no pasa por el indulto, sino por la amnistía". Con esta certeza empieza la escritora el Palabra de Rahola de este miércoles. Certeza y convencimiento de que volvemos a estar ante un nuevo ejemplo "de esta España forzada, con esta democracia de tan baja calidad que ni siquiera permiten debatir". ¿Debatir qué? La posibilidad de amnistía. Sea como sea, verlos en libertad y "abrazando a sus familias, saliendo de este infierno que significa la prisión, es una cosa de la cual se alegraran todas las buenas personas". Pero Rahola sabe cómo va la cosa, "y a la que Sánchez ha comentado que le podría parecer una buena medida, todos los poderes fácticos y represores del estado se han puesto en marcha: ya tenemos al Supremo en contra, al señor Lesmes, a través del CGPJ, en contra". Rahola se pregunta qué hay detrás de eso: "Primero, una idea fundamental: las sentencias del Supremo nunca fueron de justicia, fueron de represión, y quieren mantenerlo, la idea de quien se atreve con España, 'lo paga, claudicando', por eso no quieren el indulto". También dicen que no hay arrepentimiento: ¿"Qué quieren ustedes? Que los presos se pongan de rodillas y digan 'Viva España, no lo voy a hacer'?. Y estalla: ¡"Ridículos! ¡Impresentables! ¡Quieren capar el pensamiento, quieren destruir los ideales de la gente! Inquisición española"!. Y envía un recordatorio sobre aquellos que están en contra del indulto: "Tienen el aval de la Casa Real. La Zarzuela también quiere que se pudran en la prisión. Los Lesmes y Marchenas lo saben perfectamente. Eso es discurso 3 de octubre". Tampoco se han librado los "serviles, domesticados y adiestrados de Catalunya que callan y otorgan. ¿Dónde están los sindicatos? ¿Y algunos poderes mediáticos catalanísimos? Hay una maldad y prepotencia española con voluntad de hacer daño a los líderes independentistas. Y delante de eso está el silencio de los poderes empresariales, mediáticos y sindicales catalanes". Rahola, más imprescindible que nunca: