El reloj está en marcha y cada vez queda menos. La mitad, de hecho, del ultimátum de 10 días que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya marcó como fecha límite para imponer el 25% de horas lectivas en castellano en las aulas. El desguace del sistema educativo basado en la inmersión lingüística está en marcha. Y no ha sido hasta hoy, 26 de enero, que no hemos conocido cuál es la respuesta del Govern de la Generalitat y del Departament de Educación al respecto. Una respuesta que hemos escuchado en sede parlamentaria de la mano del responsable del ramo, el conseller Josep González-Cambray, anunciando medidas para defender la lengua del país y oponerse a la injerencia del Estado y de sus togados en materia educativa. Medidas que, desgraciadamente, no han satisfecho a los catalanohablantes. Y entre ellos y ellas, especialmente a la escritora Pilar Rahola.
La preocupación de Rahola por la destrucción del modelo de enseñanza "que nos había amparado durante estas décadas" es manifiesta y gigantesca. Ahora bien, que España continúe con su estrategia de aplastar el principal activo nacional de Catalunya entra dentro de la ecuación, porque llevan siglos maltratándola y legislando contra ella. Ahora bien, que seamos los catalanes y sus responsables políticos los que nos hacemos la zancadilla no tiene un pase. Su decepción es mayúscula, y no se esconde. En este contexto se entiende perfectamente el tono de Pilar en su último vídeo en el canal 'Paraula de Rahola', y que dirige directamente al conseller Cambray.
Josep González-Cambray, conseller de Educación, en el pleno del Parlament de Catalunya / ACN
"No he entendido nada. Yo no he entendido nada, o quizás sí que lo he entendido y me he sentido muy estafada". Esta es su primera reacción, la más general, a las palabras del conseller durante el pleno que ha tenido lugar en la cámara catalana respondiendo las preguntas de Ciudadanos, principales impulsores, defensores y altavoz de todo aquello que tenga que ver con laminar el idioma. Y lo que está pasando estos días tiene para Rahola un nombre muy claro: un "atentado directo al sistema educativo catalán". Cambray ha anunciado dos medidas: la primera, cambiar el marco normativo; la segunda, poner en marcha una campaña de impulso del catalán en las aulas. Y punto. Insuficiente para la autora, que no se muerde la lengua: "¡Ah, hombre, ya nos quedamos tranquilos! ¿Qué marco normativo? Si no te plantas ante el Tribunal Superior de Justicia, si no haces un plan de actuación de defensa del sistema y de los funcionarios, si no impulsas un plan nacional, si no protestamos, si no nos plantamos... conseller, ya puede hacer los marcos normativos que quiera que te la han colado, nos la han colado!". En cuanto a impulsar la lengua, se expresa en la misma línea: "Ya basta. ¿Qué haremos, una campañita? ¿Unos cuantos centenares de miles de euros para hacer propaganda para que los niños hablen en catalán? Qué tomadura de pelo es esta?".
Manifestación de Som Escola por el catalán / Montse Giralt
Rahola considera que Cambray se ha rendido. Que no ha sido lo bastante valiente para hacer frente a las maniobras españolas y españolistas. Que ante la agresión parece que bajemos la cabeza como buenos muchachos, y hale, a otra cosa. Atención al mensaje que le dirige: "Usted y su partido pueden tumbar el gobierno de Pedro Sánchez. ¡Lo pueden tumbar! ¿Qué narices están haciendo? ¡Ya es suficiente de esta tomadura de pelo, ya es suficiente! Sinceramente algunos estamos muy cansados, y después mucha retórica. Sale el president Aragonès y habla del independentismo. Sale usted y también: "defenderemos el catalán" y no sé qué. Mucha retórica de pancarta, mucha retórica de guerrilla, pero que se diluye como el humo". Basta de hacer "la pelota a los socialistas". Y si la quieren hacer, "que utilicen su poder para doblegar la situación". Porque "pocas veces ha habido tanto poder en un partido independentista, y justo en el momento que tienen este poder nos están destruyendo el sistema educativo catalán"
Toda esta situación vuelve a hacer aflorar la tristeza y la decepción de la escritora, que envía un mensaje de alarma a los representantes de la ciudadanía del país. "Ustedes, los que tendrían que liderar un proceso de dignidad y de alzamiento y decir basta. Han decidido tragarse los sapos... ¿pero el catalán no, eh? ¿El idioma no, eh? ¡Esta era para plantarse! Esta era para decirle a Sánchez "no lo votaremos, Usted caerá". Esta era para levantarse y no estar de rodillas. Mientras todo esto pasa y nos laminan el idioma ustedes votarán los presupuestos, los ayudarán, y todos amigos porque es eso de ampliar la base... Ampliar la base, sí, ¿pero a costa de qué? ¿De perder la dignidad? ¿De perder el honor? ¿De perder la lengua?".