Pablo Urdangarin es de todos los primos de Leonor sucesores a la Corona, los seis de apellido Borbón, el más capacitado, educado y con buena prensa. Es un chico catalán, nacido, educado y ahora de nuevo instalado en Barcelona, y único que tiene un sueldo fijo, que le paga el FC Barcelona para jugar entre el primer y el segundo equipo de balonmano. Los sueldos de la Liga Asobal rondan los 25 mil euros por término medio, pero en Can Barça se paga mejor. Vive en un dúplex de lujo cerca de la Ciudad Deportiva con terraza privada y piscina y con 22 años no ha tenido nunca novia conocida. Mientras los Marichalar empalman relaciones, los Urdangarin parecen tan religiosos como la madre. El look anterior del ahora guapísimo Pablo no permitía ver su potencial. Antes era un joven estudiante, tímido, miope, jersey y americana, como un Clark Kent que tenía que explotar en Superman poniéndose cachas y lentillas.:

PABLO URDANGARIN GAFAS gtres
Pablo Urdangarin, 2019, GTRES
Pablo Urdangarin gafas GTRES
Pablo Urdangarin con los padres y la abuela en Vitoria, GTRES

Pablo Urdangarin fue el primero de los sobrinos del rey en tener un salario, cuando decidió irse a buscar trabajo al extranjero y jugó durante una temporada al Nantes francés. Allí los jugadores del primer equipo ganan 6 mil euros mensuales. Una cifra que, curiosamente, coincide con la que la infanta Cristina tiene previsto pasarle de pensión a su ex Iñaki Urdangarin según Pilar Eyre. En Barcelona el joven Pablo no frecuenta las discotecas ni los bares, como lo hacía por ejemplo Piqué o Riqui Puig, jugadores de élite del Barça. Se dedica a estudiar, poco, el tiempo que tiene entre los entrenamientos y los desplazamientos para jugar partidos. Así lo tiene mal para ligar, cosa fácil con la planta que tiene, es alto como su padre, pasa del 1'90, y está muy en forma. Las fotos de playa lo acreditan como el único sex symbol de los Borbones:

Pablo en la playa Instagram
Pablo en la playa Instagram

Sin camiseta, bronceado, rubio de ojos azules espigado y muy alto, soltero y con trabajo, y heredero de una fortuna inmensa, la de su abuelo Juan Carlos que cuando muera solo dejará millones a las dos hijas Elena y Cristina si se tiene en cuenta que Felipe dijo que renunciaría al dinero. Normal que no vaya a discotecas: se lo comerán las fans. Es un partidazo. No tiene novia, o novio, ni nunca ha tenido. Está a la línea sucesoria y muchos y muchas lo querrían como futuro rey Pablo. Los billetes de euro con su cara irían muy buscados en Europa. Y para rematar a gol, habla bien,

Pablo con acento pijo. Nadie es perfecto.