El 28 de abril está a la vuelta de la esquina. Pero esta semana donde cada noche ha habido un debate político, también ha deparado interesantes momentos justo cuando empezaba el día. Que le pregunten a Jordi Basté por el cafè que tomó con Cayetana Álvarez de Toledo o a Susanna Griso por los desayunos que ha tomado con los principales candidatos a la presidencia de España. La presentadora catalana ha recibido en su cocina a los principales líderes y ha conseguido momentos que han hecho atragantarse a los espectadores con el croissant y el cortado. Por ejemplo, cuándo le preguntó a Albert Rivera por drogas.

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Este jueves ha invitado al líder del PP, un Pablo Casado que ha revelado sus hábitos culinarios: "No te pienses que yo soy muy cocinillas", le confiesa Griso. Él tampoco, pero saca pecho hablando de huevos fritos: "¿Sabes para lo que son buenísimos estos fuegos? Para los huevos fritos. Pones mucho aceite, lo calientas muchísimo y que el huevo pràcticamente se sumerja y flote". "¿Pero tu sabes cocinar?", pregunta Griso interesada. "Mis huevos son los mejores de España que hago".

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La tortilla, eso sí, no le sale bien. La pasta sí. Pero no es lo que más le gusta. "Me cuentan que cada vez que llegas a un restaurante en algún pueblo pides un plato de aceitunas", le lanza interesada Griso. "Hay que tener vicios confesables, y yo, la gula es mi pecado capital. Yo como como una lima y me gusta comer las cosas que no se pueden comer: los huevos, la panceta de Ávila, la chistorra de Navarra, el cocido de Palencia, las aceitunas". Curioso que le guste tanto comer. Con lo que se llena la boca cada vez que dice pestes del independentismo habría para alimentar a todos los afiliados de su partido. En la mesa, sin embargo, no había chistorras y sí butifarra catalana o queso. Ni los ha tocado. Puedes ver la conversación cliqueando en la foto:

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Casado tiene gula por ponerse hasta arriba de viandas. También se reconoce ambicioso en política. Dice que el café le gusta "muy corto, muy corto, nada, dos gotitas de leche y p'adentro"... El domingo veremos si después de lo que decida el electorado, el que se queda muy corto, muy corto es él y se tendrá que conformar comiendo cuatro hojas marchitas de lechuga.