La TV es un medio muy goloso para ganar dinero rápido y fácil. El paradigma es ser tertuliano: no hay que prepararse los temas, no hay que ir a las reuniones del programa. Sólo van al plató, opinan y cobran. Y ahora no se cobran las fortunas de antes. El top de tertulianos que se hicieron ricos está en la mesa de Crónicas marcianas, el programa de Xavier Sardà y Gestmusic para las noches de Telecinco hace 20 años. Sardà cobraba mil millones de pesetas el año, 6 millones de euros de la época. Y personajes como Coto Matamoros han reconocido que aquel programa les pagaba 12 mil euros cada noche. En aquel programa se destripaban a gritos y a cambio el salario era altísimo. Otra tertuliana famosa es una concursante de Gran hermano catalana que hizo de polemista a Crónicas: Noemí Ungría. Se casó con otra de GH, Raquel Morillas, se divorciaron y ahora ya no sale en TV. Así era y así es, veinte años después:


Noemí Ungría, barcelonesa de 50 años, casada con el expaparazzi Enric Bayón y madre de dos hijos, ha reaparecido en el Deluxe de este fin de semana para revelar cómo se gana la vida ahora, veinte años después de su gran éxito. Noemí Ungría vende robots de cocina en su casa. La que fue mujer de Raquel Morillas ha encontrado el trabajo perfecto y se dedica a organizar demostraciones de robots de cocina, o como ella misma los llama, 'a los Ferraris de la cocina'. Noemí explica que tiene un grandísimo éxito entre las madres del cole, que no se pierden ni una de sus demostraciones.


Noemí asegura que se le da muy y muy bien vender estos robots de cocina y que incluso llega a embolsarse 6.000 euros en el mes. "Yo sou autónoma, también vendo cremas no solo robots. No llego a los 10 mil al mes pero casi. Vendo cápsulas para ir bien al baño por la edad". Le gusta mucho lo que hace y dice que es mucho más feliz ahora que cuando se dedicaba al mundo de la televisión .Hace canelones con foie y setas. Cocina para amigas en la cocina de su casa y lo enseña al Deluxe. Poco glamouroso pero efectivo:

Cuando la gente la reconoce por la calle "Me reconocen por la voz, mi careto no es el de antes. Me cuelga todo. Todas las que tenemos ya una edad sabemos de qué hablamos. Llevo peor que se me caiga el pecho, los brazos o los labios. Pero eso se opera". Su Instagram es frecuentado por 35 mil fans. No son muchos pero es que en su época no existía Instagram:
Una familia de guapos, un trabajo digno y un sueldo impresionante, 6 mil euros mensuales. No son los 12 mil diarios de hace 20 años pero nada es como hace 20 años, ni la piel, ni los sueldos, ni Sardà, que ya no triunfa en Telecinco sino que languidece en TVE los sábados. Y si alguien quiere conocer a Noemí Ungría, abre las puertas de su cocina para venderos robots.
Su ex, Raquel Morillas vende cupones del ONCE
La maldición de GH existe: Mercedes Milán acabó con una depresión de caballo, Jorge Javier Vázquez con un ictus y muchos concursantes malviviendo. Es el caso de Raquel Morillas. La concursante de GH 3 desde que salió del concurso ha ido por el camino de la pedriza: peleas en el plató de Crónicas Marcianas, un matrimonio fallido con la catalana Noemí, un accidente con su coche descapotable que la dejó con secuelas físicas, un par de divorcios y se arruinó por una enfermedad terrible: la ludopatía. ¿Cuál es el colmo de un ludópata? Acabar vendiendo cupones del ONCE por las calles de Elche. Explicaba la revista QMD "Sale a diario cono su puesto ambulante en vender cupones. Vestida cono el chaleco corporativo de la organización, en las puertas de un centro comercial. Siempre sonriente, la ex concursante de 'GH' atendía a los compradoras con toda naturalidad". La revista la enseña en portada:
Portada QMD
Raquel parece feliz, como Noemí. Diferentes maneras de sobrevivir al veneno del éxito televisivo.