El legado de Jackie Chan en la industria del cine de acción es indiscutiblemente legendario. A lo largo de su carrera, que abarca casi 150 películas, Chan ha entregado innumerables momentos de emoción y entretenimiento a sus audiencias, a menudo arriesgando su propia seguridad para llevar a cabo acrobacias impresionantes y secuencias de lucha asombrosas. Sin embargo, detrás de la aparente facilidad con la que ejecuta estas hazañas, se esconde una historia de sacrificio, determinación y una lista impresionante de lesiones sufridas en el camino hacia la grandeza en la industria del cine.

Las lesiones de Jackie Chan: una odisea de dolor y sacrificio

Desde sus primeros días en la pantalla hasta sus éxitos más recientes, Jackie Chan ha enfrentado lesiones que habrían desanimado a muchos otros. En "El mono borracho en el ojo del tigre" (1978), mientras luchaba contra Hwang Jang-Lee, Chan estuvo a punto de perder un ojo debido a una patada en la cabeza. Según ScreenRant, Chan sufrió un impacto en la cresta supraciliar que afectó la cuenca del ojo. Además, el actor sufrió una herida en la ceja que resultó en una cicatriz permanente.

En "Los piratas del mar de China" (1983), Chan sufrió una lesión en el cuello durante una arriesgada secuencia de lucha en la torre del reloj. A pesar del dolor y el peligro, Chan insistió en repetir la acrobacia varias veces hasta que finalmente aterrizó directamente sobre su cuello, casi rompiéndoselo. Además de esta lesión, Chan soportó fracturas en los dedos y lesiones en la nariz durante el rodaje, pero ninguna fue lo suficientemente grave como para detenerlo.

La fractura de cráneo que aterrorizó a Jackie Chan

Sin embargo, ninguna lesión fue tan aterradora como la fractura de cráneo que sufrió en "La armadura de Dios" (1986). Mientras intentaba una toma peligrosa saltando desde un acantilado a un árbol, Chan cayó hacia atrás y se golpeó la cabeza contra una roca. Al tocar tierra, un fragmento de hueso se incrustó en su cerebro, desencadenando una de las lesiones más escalofriantes de su carrera. La situación se volvió aún más angustiosa cuando el actor comenzó a sangrar por el oído, pero afortunadamente, la pronta llegada de los médicos al lugar evitó consecuencias mayores. En "Historia de un crimen" (1993), Chan sufrió una lesión en la pierna cuando quedó atrapado entre dos coches y fue aplastado. A pesar del dolor y la adversidad, Chan se negó a rendirse y continuó filmando la película, destacando su dedicación inquebrantable a su arte.

Finalmente, en “Supercop (Police Story 3)” (1992), donde Jackie Chan interpretó al inspector Chan K-Kui de la RHKP, una escena en particular se convirtió en una pesadilla para el actor. Durante el clímax de la película, se le mostraba luchando valientemente contra unos matones en lo alto de un tren en movimiento. Sin embargo, el destino jugó en su contra cuando un poste lo golpeó en la sección media, dejándolo aturdido y enviándolo de cabeza contra un par de aspas de helicóptero estacionarias. Este terrible accidente causó estragos en los músculos de sus hombros. Aunque estas lesiones fueron graves, Chan perseveró, demostrando una vez más su increíble determinación y profesionalismo en el set.