Durante más de tres décadas, Los Simpson han convertido la muerte en un recurso narrativo tan sorprendente como imprevisible. Springfield ha visto despedidas emotivas, desapariciones repentinas y regresos imposibles que solo una serie de este calibre puede permitirse. Pero esta vez, el golpe ha sido distinto: uno de sus personajes más veteranos, y aunque secundarios, ha dicho adiós para siempre, cerrando un ciclo que se remonta a los primeros años de la serie y que muchos fans jamás imaginaron que verían terminar.

Un final inesperado para Alice Glick, esta vez sin vuelta atrás

La protagonista de este adiós definitivo es Alice Glick, la organista de la Iglesia de Springfield y un rostro tan familiar como discreto para los seguidores fieles de la serie. Su fallecimiento se ha producido de la forma más abrupta posible: en pleno sermón, sin previo aviso, dejando helados tanto a los habitantes de Springfield como a los guionistas que han decidido cerrar su historia después de 35 temporadas.

Los Simpson
Los Simpson

Su muerte no solo sorprende por la forma, sino también por la ironía que arrastra: es la segunda vez que Alice muere en la serie. La primera, en la temporada 22, un ataque de una mascota robótica la dejó fuera de escena… o eso parecía. Volvió más adelante, viva o como fantasma según la conveniencia del guion, lo que creó una especie de mito interno sobre su capacidad para aparecer y desaparecer sin explicación. Pero ahora, según confirmó el productor ejecutivo Tim Long, la despedida es total: “En cierto sentido, Alice vivirá para siempre a través de la música que creó. Pero en otro más importante, sí, está muerta y enterrada”.

Un legado que cambia la vida en la Escuela de Primaria de Springfield

En el episodio De fajas a fajas, perteneciente a la temporada 37, Springfield organiza un homenaje especial para despedirla. Y es ahí donde aparece el verdadero giro emocional: Alice Glick dejó toda su herencia para financiar un nuevo programa de música dirigido por Seymour Skinner en la Escuela de Primaria. Una última voluntad que encaja con el papel que desempeñó durante décadas como referente musical del pueblo, siendo además una muestra de cariño inesperada hacia las nuevas generaciones.

Alice apareció por primera vez en 1991, en el episodio Tres hombres y un cómic, donde Bart realizaba tareas para ella con tal de ahorrar dinero para comprar un cómic de coleccionista. Desde entonces, su presencia se convirtió en parte del paisaje emocional de Springfield. Así pues, las redes se han llenado de despedidas entre la ironía y la nostalgia: “Alice Glick ha muerto… otra vez”, escribían algunos fans. Ahora sí, todo indica que es el final definitivo.