Mariah Carey es una amante de los animales. Para ella sus ocho perros son mejor que muchas personas y su máxima preocupación. Antes prefiere que ellos estén bien a ella misma. Su bienestar es su felicidad. Ella misma se encarga de elegir sus tratamientos y planificar el tiempo que necesitan sus mascotas, a través de cuidados, experiencias y productos de lujo. ¿Habéis visto alguna vez un perro con mascarilla? Preguntárselo a su querido Terrier, que usa una mascarilla anti aging, una de la más caras y exclusivas.
Estos perros tienen una vida de lujo, mejor que la de millones de personas. Aquí si que se puede utilizar el refranero, “quiero una vida de perro”. Por ejemplo, sus Jack Russel van a un exclusivo Spa de Beverly Hills, donde reciben masajes tailandeses, manicura, mascarillas de arándano, la última tendencia en belleza canina, y envolturas aromáticas. Otros spa famosísimos que también frecuentan sus perritos son Chateau Marmutt, Barkingham Palace o Pour La Pooch, donde coinciden con las mascotas de famosas como Vanessa Hudgens, Paris Hilton, o Paula Abdul. Cada vez son más los dueños que cuidan a sus mascotas como si fuesen sus propios hijos. Y es que especialmente entre las parejas jóvenes hay más perros que niños, porque salen más rentables, aunque si los tratas como Mariah Carey tal vez sea más barato un niño.
Sus perros van de vacaciones con ella a un hotel de lujo canino
Atención a la cifra que se gasta la cantante en un año en belleza canina, la friolera cifra de 50.000 dólares. Una cantidad que probablemente para la artista no es nada, ya que en estas fechas navideñas ingresa millones de dólares por los derechos de su mítica canción. Entre otras cosas, los perros también viajan siempre con ella y lo hacen por supuesto en un avión privado y en primera clase, con ella. Nunca los llevaría en la bodega de un avión. No son cosas, en eso estamos de acuerdo.
Normalmente los ocho perros van en coche con chófer privado, a 450 euros el servicio. Les trasladan a sus sesiones de terapeuta, belleza, adiestramiento, entre otras clases. No obstante, hay veces que solo le acompaña uno, ya que tiene un preferido, se trata de Jack, el primero que llegó a su vida. Cuando esto sucede ella paga también una guardería canina que cuelga el cartel de completo. Pero también se los puede llevar de vacaciones y pagarles un hotel solo para ellos, como sucedió en sus vacaciones en Bristol. Se alojaron en The Paw Seasons, un hotel canino de lujo por el que pagó 140.000 euros.
Durante su estancia, llevó un chef especial para que elaborara la dieta que ella misma había diseñado para sus queridos animales.
Sus perros tenían un sinfín de actividades. Desde surf, natación, paseos por el campo, sesiones de spa y cine con películas perrunas como 101 Dálmatas.
