A principios de los años 90 hubo una serie de la que todo el mundo hablaba. Estrenada en Telecinco, enseñaba los problemas existenciales de una serie de jóvenes de casa buena: los dilemas morales, las relaciones sentimentales, las discusiones entre amigos,  provocaban vergüenza ajena. Pero todo el mundo veía Sensación de vivir, sus fans y sus haters. Los veinteañeros de Beverly Hills eran odiosamente guapos, odiosamente perfectos y odiosamente repelentes.

Después del éxito mundial de la serie, sus protagonistas, sin embargo, no tuvieron una carrera profesional muy exitosa. Ni Jason Priestley (Brandon), ni Torie Speelling (Donna), ni Jennie Garth (Kelly). Papeles en series menores y filmes de serie B y para de contar. Por no hablar de la vertiente personal. Brian Austin Green (David) sufrió un accidente de coche del que no ha acabado de recuperarse, Shannen Doherty (Brenda) lucha desde hace tiempo contra un cáncer. Y ahora la conmoción ha llegado con el protagonista de la serie, el díscolo, rebelde y motero Dylan, interpretado por Luke Perry.

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Beverly Hills 90210

luke perry

@lukeperrydaily

A sus 52 años, acaba de sufrir un fuerte derrame cerebral y está ingresado en un hospital de Los Ángeles. Después de recibir una llamada del servicio de bomberos, los servicios médicos fueron corriendo a su casa, en el barrio de Sherman Oaks, para ser trasladado de urgencia al hospital, donde permanece en observación mientras le hacen pruebas, tal como ha informado su representante. Curiosamente, la noticia llega el día después de que la cadena de televisión FOX haya anunciado que se volverá a hacer Sensación de vivir, casi 30 años después, y con los mismos protagonistas, a excepción de Perry y Shannen Doherty. Actualmente el actor participa en la serie Riverdale.