Que Leo Messi, el mejor jugador de todos los tiempos, que el tipo que nos lo ha hecho pasar muy y muy bien durante muchos años a los aficionados del fútbol en general y a los seguidores culés y argentinos en particular, esté de cumpleaños, es motivo para sumarse a las felicitaciones. El Goat, el mejor de la historia, está de cumpleaños. Sopla ni más ni menos que 38 velas. Una celebración que lo ha cogido disputando el Mundial de Clubs en los Estados Unidos, donde juega con su equipo actual, el Inter de Miami. Ahora, el argentino y sus compañeros de equipo (entre los cuales hay tres culés más como sus grandes amigos Luis Suárez, Sergi Busquets y Jordi Alba) se han clasificado para la siguiente ronda, los octavos de final, donde se las verán ni más ni menos que con el todopoderoso y flamante campeón de la Champions, el PSG de Luis Enrique.


Veremos cómo le va a Messi contra su exequipo, donde fue a parar después de salir del Barça. De momento, sin embargo, tocaba hacer una celebración comme il faut, celebrar el nuevo año en el calendario, y quién si no su querida Antonela nos ha emocionado a todos con una recopilación de imágenes preciosas donde se ve al protagonista con sus hijos y su mujer, cara de felicidad máxima por la familia que ha formado.



Claro está que lo que ha llamado más la atención ha sido el texto que ha acompañado Roccuzo a estas imágenes. Una frase dedicada a su pareja donde ha revelado un apodo que le ha puesto. Hasta ahora, sabíamos que a Messi se le conoce de muchas maneras: Messi, Leo, Lionel, The Goat, el petitó (como le llama el gran Joan Ma Pou), La pulga, D10S, El Mesías... El mote, sin embargo, que más nos ha gustado, es el que acabamos de saber gracias a su querida Antonela. ¿Cómo le ha llamado públicamente?: "¡Feliz Cumple viejito Gruñón!". Después, se deshace en elogios hacia su pareja: "El mejor papá, el mejor compañero, el mejor todo!!! Qué suerte la nuestra de tenerte! Te amamos". Y para corroborar que Messi es un viejito gruñón, atención al detalle sensacional que le ha regalado en la tarta de cumpleaños para que soplara las velas. Un pastel que está coronado con una figurita de plástico encima de todo. ¿De qué? De un pitufo. Pero no de uno cualquiera, sino del pitufo gruñón...

Nos sumamos a las felicitaciones a Messi. Ya puede ser un cascarrabias, como deja caer su pareja, que los culés no refunfuñaremos nunca, sino todo lo contrario, por haber tenido la suerte de disfrutar de él todos estos años. Leo y Antonela, maravillosos. O mejor dicho, Leo y Antonela me pitufan.