El Barça está a punto de empezar, de nuevo, su aventura europea y lo hace con una diferencia muy significativa respecto a la temporada pasada. Sí, el conjunto culé, después de unos años de naufragios en Europa, empieza la Champions como uno de los principales favoritos para ganarla. El equipo promete dejarse el alma con un objetivo claro: llegar con la ilusión intacta a Budapest. Eso sí, el día llega en un contexto más complicado que hace unos meses, porque el conjunto culé no podrá contar con su principal estrella: Lamine Yamal. Efectivamente, con tan solo 18 años, el protagonista se ha consolidado como el mejor jugador del mundo porque, cada vez que toca el balón, disfruta, brilla y hace bailar a todas las defensas rivales.

Lamine Yamal se ha convertido en toda una referencia en el mundo del fútbol. El jugador reboza carisma en cada ocasión sobre el verde y no hay ningún niño que no haya hecho su celebración, "304". Ahora bien, si dentro del campo es un futbolista top, cada vez que llega en casa se encuentra con otra novedad, porque se ha convertido en toda una celebridad. Todos los flashes lo buscan y, en los últimos meses, ha demostrado otro talento: convertir en noticia todo lo que hace. Planes con amigos, fiestas de cumpleaños alocadas, escapadas románticas... Con su corta trayectoria hemos visto de todo y, ahora, está de enhorabuena porque ha mostrado al mundo su relación amorosa con otra superestrella mundial: Nicki Nicole.


Realmente, el culé ha demostrado ser sentimental, intenso, un hombre de amores. Lamine está enamorado del Barça, de Nicki... y de su familia. Porque sí, a menudo nos sorprende con instantáneas y confesiones sobre los suyos y dos de sus personas favoritas son Sheila Ebana, su madre, y Keyne, su hermano pequeño. Cada vez que encuentran un agujero en la agenda, los protagonistas se ponen alguna actividad por hacer y, ayer, Sheila nos mostró un plan íntimo en familia en una tienda de ropa. Atentos a la instantánea porque es fantástica. Mientras el pequeño Keyne se prueba un zapato arrodillado, le toca la pierna a Lamine Yamal, que con una capucha para no ser reconocido, no esconde una sonrisa de oreja a oreja.

¿El lugar? Por la marca que hay detrás de la cabeza de Lamine Yamal parece la tienda de ropa de Dolce Gabbana de Barcelona y, de hecho, viendo los muñecos de Spider-Man encima de la mesilla del lado del futbolista, parece que la visita ha sido larga. Lamine Yamal es el mejor jugador del mundo, pero cada vez que se aleja de los terrenos de juego parece más afortunado que después de haber marcado un gol. Hoy se estrena el Barça en la Champions y no podremos hacer nada más que echarlo de menos e imaginar qué hubiera hecho con la defensa rival. Eso sí, por muchos títulos que pueda levantar, los mejores siempre los tendrá en casa.