A sus 51 años, Jesulín de Ubrique parece atravesar una etapa de madurez emocional que lo ha llevado a replantearse su papel como padre, especialmente respecto a su primogénita, Andrea Janeiro. En una entrevista con la revista ¡HOLA!, el diestro se describió como un padre presente, protector y dispuesto a darlo todo por sus hijos. Sin embargo, sus palabras han generado controversia, pues contrastan con las múltiples ocasiones en las que Belén Esteban ha denunciado públicamente el presunto abandono que Andrea habría sufrido por parte de su padre.

Lejos de alimentar el escándalo, el torero ha dado un giro radical en su actitud. Según fuentes cercanas a su entorno, Jesulín ha invitado personalmente a Andrea a pasar el verano con él, sus hermanos y su esposa, María José Campanario, en la famosa finca Ambiciones. Un gesto que ha sorprendido a propios y extraños, pero que podría marcar el inicio de una nueva etapa familiar.

Belén Esteban y Andrea Janeiro / Gtres
Belén Esteban y Andrea Janeiro / Gtres

Una finca, tres hermanos y un verano que puede cambiarlo todo

La finca Ambiciones, ubicada en Prado del Rey, se alza ahora como un posible escenario de reencuentro, reconciliación y segundas oportunidades. Allí suelen pasar la temporada estival Julia, Jesús Alejandro y Hugo, los tres hijos que el torero ha tenido con Campanario y con quienes mantiene una relación estrecha y cotidiana. La llegada de Andrea, si se concreta, supondría el primer paso para integrarla al núcleo familiar que su padre ha consolidado con los años.

En más de una ocasión, Jesulín ha confesado el amor incondicional que siente por su hijo menor, Hugo, a quien llama “una bendición de Dios”. Esa conexión tan intensa con el pequeño habría despertado en él la necesidad de recuperar el vínculo perdido con Andrea, reconociendo en privado que su ausencia durante la infancia de su hija fue un error que lo persigue. Según testigos cercanos al diestro, ha expresado frases como “debería haber estado allí para ella”, en referencia a las etapas clave que se perdió como padre.

Belén Esteban, ¿una barrera para la reconciliación?

Pero este noble intento no está exento de sombras. La relación entre Belén Esteban y Jesulín de Ubrique ha estado marcada por años de reproches, enfrentamientos televisivos y distancias irreconciliables. La princesa del pueblo ha sido ferozmente protectora con Andrea y, hasta el momento, no ha emitido declaración alguna sobre esta sorprendente invitación. No obstante, su silencio es elocuente y podría traducirse en una rotunda negativa si percibe que la integridad emocional de su hija está en juego.

Belén Esteban / YouTube
Belén Esteban / YouTube

Jesulín ha reconocido abiertamente que parte de su distanciamiento fue consecuencia del revuelo mediático que rodeó su relación con Belén. No obstante, en sus declaraciones más recientes se percibe un sincero deseo de dejar atrás el pasado. Para él, la posibilidad de reencontrarse con Andrea representa mucho más que un simple acercamiento: es una oportunidad invaluable para sanar heridas, reconstruir lazos y brindarle a su hija ese entorno familiar que, aunque llegue tarde, anhela ofrecerle con todo su corazón.

La última palabra, sin embargo, la tiene Andrea Janeiro. Con una vida discreta, alejada de los focos y centrada en su carrera profesional en Estados Unidos, la joven ha demostrado ser cautelosa con los temas familiares. Pero no son pocos los que aseguran que Andrea podría sentirse emocionada con la idea de reencontrarse con sus hermanos, con quienes apenas ha compartido momentos, y de establecer una relación con su padre más allá de los titulares.