Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler rompen su relación de ocho años. La pareja empezó a salir en 2015 cuando el escritor ya era premio Nobel, como le prometió a la socialité cuando le entrevistó por primera vez en 1984. “Cuando seas presidente o premio Nobel me llamas”, le dijo. La madre de Tamara Falcó no quería a un cualquiera en su currículum amoroso. Personas que conocen muy bien al peruano desvelan que es una persona de “gatillo fácil”. Las sombras de las infidelidades volaron durante toda su vida sobre su cabeza. El padre de Álvaro Vargas reconoció que pensó con sus partes íntimas y no con la cabeza cuando dejó a la madre de sus hijos para irse con la de Porcelanosa. En un momento de la relación se arrepintió e intentó volver con Patricia Llosa, pero ya era demasiado tarde. Para Preysler, la relación se ha roto por “celos infundados”, siempre tenían discusiones. Para Vargas, la relación se ha roto porque tienen dos estilos de vida totalmente opuestos.
La verdad de su relación en sus novelas
El premio Nobel ha plasmado en sus exitosas novelas algunos detalles biográficos, como su relación con Isabel Preysler. Incluso las partes más íntimas. "Fue un enamoramiento de la pichula, no del corazón. De esa pichula que ya no me sirve para nada, salvo para hacer pipí". Es una de las declaraciones de su último ensayo en 2021. Este escrito podría estar basado en su experiencia con su relación con la reina de corazones.
En su novela ‘Cinco esquinas’, Mario podría ser perfectamente ‘Quique’ e Isabel ‘Chabela’ y sus encuentros íntimos los suyos propios. Vargas ha aguantado demasiado, cuentan desde su entorno más íntimo. Desde hace años ha visto que son muy distintos y no hay salvación. El escritor ha acabado harto del mundo de la farándula al que pertenece la madre de Tamara Falcó. Siempre sobreexpuesto perseguido por las cámaras. Además, en estos últimos años ha tenido que ceder y participar en los proyectos de la marquesa de Griñón como ‘MasterChef’ o su reality de Netflix, ‘La Marquesa’.
Isabel Preysler mantiene que han roto la relación por los celos del escritor. La gran bronca tuvo lugar el 29 de noviembre cuando ella acudió a un evento contratada como imagen y llegó a casa a las dos de la madrugada. Le echó de casa. No era la primera vez que discutían. "Cuando dijo Isabel Preysler, en el comunicado de ¡HOLA!, que la culpa de la ruptura eran los celos, yo dije que estaba siendo muy indulgente y que las escenas en el tiempo se repetían con muchísima frecuencia. Y delante de muchos testigos", comienza a explicar Kiko Matamoros.
"Como hay muchos testigos, voy a contar unas pocas de las escenas que ha protagonizado este señor en este sentido. Al principio de la relación, durante el primer año, no habían hecho casi un año, en Nueva York, son invitados a una cena donde había gente de la jet, gente importante del mundo de las finanzas. En esa cena, Isabel recibe una llamada a su teléfono de un armador griego, amigo suyo”, añade.
Vargas Llosa se percata de la llamada y monta en cólera: "Él ve la llamada perdida, que se queda como perdida en la móvil. En ese momento, alega que está indispuesto y que no tiene ganas de comer. Se van de la cena, la saca de la cena, y cuando llegan al hotel él le monta un número que Isabel se queda horrorizada. Pegando unos gritos que provocan que los señores que estaban en la habitación de al lado llaman a recepción para ver qué pasa".
Isabel Preysler se siente “muy decepcionada” con el peruano. No entiende como no frena en seco todas las informaciones que están apareciendo en estos últimos días.