El apellido Falcó, sinónimo de lujo, polémicas y ostentación, vuelve a captar la atención del público. Pero esta vez, los reflectores no apuntan a Tamara, la famosa marquesa de Griñón y asidua en las crónicas sociales, sino a la discreta y casi desconocida Aldara Falcó de la Cierva. Con apenas 27 años, la joven que ha vivido siempre en la sombra del apellido familiar ha decidido dar un giro radical a su vida, abandonando España para instalarse en Estados Unidos. ¿El motivo? Un ambicioso proyecto académico que, lejos de las fiestas y exclusivas, tiene el potencial de transformar su vida por completo.
Según ha trascendido, la joven aristócrata ha decidido cruzar el charco y establecerse en Massachusetts para iniciar un máster en Políticas Públicas en la prestigiosa Harvard Kennedy School, una de las instituciones académicas más elitistas del mundo. Su mudanza no es solo un cambio de país, sino una declaración de intenciones: alejarse, aún más, de la exposición pública que tanto define a su familia.
Una vida de excelencia académica que rompe con el molde mediático de los Falcó
A diferencia de su mediática hermana Tamara, Aldara ha llevado una vida centrada en la educación y el compromiso social. Graduada con honores en Filosofía y Matemáticas en la Universidad de Viena, ha pasado por intercambios internacionales, estudios de posgrado en la UNED y formación en liderazgo educativo en organizaciones como Empieza Por Educar y Teach For All. Pero lo que ha causado sorpresa en círculos aristocráticos y mediáticos es su decisión de irse nuevamente de España. Ya en 2023, su repentino traslado a Río de Janeiro llamó la atención: allí trabajó como asesora didáctica en escuelas públicas, una elección que parecía más propia de una activista educativa que de una hija de marqueses.
Aldara Falcó: entre Harvard, la discreción y un legado que pesa demasiado
Aldara siempre fue considerada la joya intelectual del clan Falcó, la que no buscaba brillar en platós ni firmar colaboraciones de moda. Su nombre aparecía muy esporádicamente en las crónicas del papel cuché, a pesar de ser hija del célebre Carlos Falcó y de la aristócrata Fátima de la Cierva, heredera de los marqueses de Poza. Desde muy joven, mostró un perfil marcadamente diferente al de Tamara. Mientras su hermana mayor encontraba en los focos un lugar natural, Aldara se refugiaba en los libros, las aulas y la acción educativa, forjando un currículum brillante y silencioso. La propia Aldara llegó a confesar en su perfil de LinkedIn que desde los 11 años soñaba con Harvard… y ahora ese sueño se convierte en realidad.
Pese a su bajo perfil, Aldara no ha pasado desapercibida entre quienes conocieron a su padre. En sus últimos años, Carlos Falcó no ocultaba su orgullo por ella, asegurando que era “superlista” y que soñaba con el Premio Nobel de Química. Aunque su trayectoria profesional la ha alejado de los laboratorios, lo cierto es que su determinación y talento la proyectan como una futura líder intelectual. Ahora, con su nuevo reto en Estados Unidos, la hermana menor de Tamara Falcó podría estar escribiendo un capítulo completamente distinto para su apellido. Mientras la marquesa de Griñón se mantiene en la primera línea del entretenimiento español, Aldara parece decidida a convertirse en el cerebro brillante del linaje Falcó, desde el corazón académico de América.