“En ocasiones veo muertos”. ¿Os acordáis de la mítica frase de ‘El sexto sentido’? Fue un pequeño Haley Joel Osment quien nos metió el miedo en el cuerpo con una interpretación de Oscar. En aquella época era tan solo un niño, han pasado más de dos décadas desde el estreno de la película y a día de hoy se ha visto inmerso en varias polémicas. Fue arrestado en un centro de esquí de California por embriaguez pública y posesión de sustancias. Durante su detención insultó a un policía por ser judío. Un juez dictaminó que el joven de 37 años debía asistir a tres reuniones de Alcohólicos Anónimos durante los próximos seis meses para rehabilitarse. Además de visitar dos veces por semana a su terapeuta durante el mismo periodo de tiempo. De esta forma el actor se libró de ir a la cárcel durante un año.
Justamente estos problemas legales llegan en un momento en el que el actor ha vivido un resurgir laboral. A los 12 años esta estrella infantil consiguió un Oscar. Quería desvincularse de aquellos papeles de niños y adolescente, y ha sido este 2025 cuando por fin ha recibido un papel protagonista como adulto. El actor será el villano protagonista de la segunda temporada de Merlina.
Haley estaba relanzando su vida como actor
Osment escuchó al fiscal del distrito del condado de Mono oponerse a la solicitud de la defensa alegando, por un lado, una condena anterior del actor por conducir ebrio y, por otro, los insultos racistas contra el oficial de policía que lo arrestó. La oposición del fiscal no se tuvo en cuenta, pero deberá cumplir con los acuerdos firmados con el tribunal para que todos los cargos sean finalmente desestimados. En caso contrario, pasados los seis meses de plazo se reanudará el proceso penal. El próximo 5 de enero.
Sobre los agravios racistas de los que se acusa a Osment durante su detención y que, según TMZ, fueron específicamente insultos antisemitas, el actor ya emitió una disculpa por el “lenguaje vergonzoso” que utilizó. En un comunicado difundido el 17 de abril, el actor declaró: “Estoy absolutamente horrorizado por mi comportamiento. Si hubiera sabido que utilicé este lenguaje vergonzoso en pleno desvanecimiento, habría hablado antes”.
Un hecho que le llevó a esta situación fue perder su casa el pasado mes de enero en un incendio. “Los últimos meses de pérdida y desplazamiento me han llevado hasta un lugar emocional muy bajo”. Y ante el juez agregó refiriéndose al insulto: “Pero eso no es excusa para usar esta repugnante palabra. Desde el fondo de mi corazón, pido disculpas a absolutamente todas las personas a las que esto les hizo daño. Lo que salió de mi boca fue basura sin sentido; defraudé a la comunidad judía y eso me destroza. No pido el perdón de nadie, pero prometo expiar mi terrible error”.