La vida de Isabel Pantoja da otro giro dramático. Justo cuando parecía que la tonadillera intentaba reconstruir su vida desde la lujosa urbanización de La Finca, en Madrid, la realidad la ha golpeado con fuerza. Hacienda ha ejecutado el embargo de tres propiedades clave de la artista: su emblemática casa en El Rocío, su refugio en Fuengirola y su histórica vivienda en Sevilla. Los rumores que llevaban meses circulando han estallado en una confirmación dolorosa. Según reveló Antonio Rossi en ‘Vamos a ver’, las tres propiedades formaban parte “del lote aquel que se puso en el aval. La casa de Sevilla, la de Fuengirola, la de El Rocío... todo está hipotecado, todo forma parte de un aval para saldar sus deudas con Hacienda”. Una deuda que, lejos de menguar, parece haberse convertido en una carga cada vez más difícil de afrontar.
Isabel Pantoja rompe en llanto tras visitar a la Virgen del Rocío
A pesar del embargo, Isabel Pantoja viajó a El Rocío en una visita que ya se preveía significativa. No pisaba la aldea desde 2021, cuando falleció su madre, Doña Ana. Este regreso no fue casual. La cantante, acompañada únicamente por su peluquero Antonio Abad y su amiga Cristina, entró discretamente por una puerta lateral a la ermita, permaneciendo cinco minutos frente a la Virgen. A la salida, fue vista completamente rota, sin la presencia de su inseparable hermano Agustín.
La escena fue captada por los objetivos de la revista Diez Minutos, que inmortalizó a una Pantoja deshecha, descendiendo las escaleras del templo entre lágrimas, sabiendo que esa podría ser la última vez que contemple su casa en El Rocío. “Lo que va a pasar en los próximos meses es que, posiblemente, cuando ella vuelva a El Rocío, si vuelve, ya no estará en su casa”, advirtió Rossi.
La Finca no fue suficiente: prepara su fuga a República Dominicana
Tras abandonar Cantora definitivamente hace ocho meses, Isabel pensó que mudarse a un chalet de 1.000 metros cuadrados en Madrid sería el reinicio que tanto anhelaba. Pero el lujo y el silencio no fueron suficientes. Según allegados, nunca logró sentirse en paz en su nueva residencia. Las paredes blancas y el jardín milimétrico no pudieron tapar la presión mediática ni el agobio financiero.
Por eso, en un movimiento que parece desesperado, la tonadillera está ultimando su salida del país. El destino elegido es República Dominicana, donde, aunque aún no tiene una casa definitiva, ya ha iniciado los trámites para instalarse en septiembre. Un salto al vacío, sin red de seguridad. “No tiene plan B”, asegura Rossi. La decisión no sorprende del todo. Desde hace meses, los cercanos a la artista hablaban de su creciente aislamiento, del peso del pasado y del temor constante a ser desahuciada. La pérdida de tres propiedades emblemáticas —todas con altísimo valor simbólico y emocional— podría haber sido el último empujón que necesitaba para cortar con su vida en España.
Así, la artista, que una vez llenó estadios, desfiló por alfombras rojas y fue protagonista absoluta de la prensa del corazón, ahora se enfrenta a una huida cargada de incertidumbre. La pregunta que todos se hacen es si en República Dominicana encontrará la paz y la estabilidad financiera que tanto ha buscado. O si, por el contrario, será el escenario de una nueva etapa de soledad y olvido.