Mientras el sábado Ada Colau volvía a ser escogida alcaldesa de Barcelona, la plaça Sant Jaume se llenaba de manifestantes independentistas que protestaban por el pacto entre los comuns y el candidato de las élites, Manuel Valls. Momentos de tensión e insultos cruzados, así como gritos de "traïdora" y "Colau és un frau" aguaron la fiesta del nuevo gobierno municipal e indignaron a los simpatizantes de Barcelona en Comú que estaban en la plaza. Y también a Enric Juliana.

Colau Valls vara alcaldesa Ple Constitucio Ayuntamiento de Barcelona - Sergi Alcàzar

Sergi Alcàzar

El periodista de 'La Vanguardia' acusa a los indepes de Sant Jaume de ultraderechistas y aprovecha una pintada hecha en una calle del Putxet para señalarlos. "Necesitamos un Salvini catalán", pone, en referencia al ministro del Interior ultra de Italia. El graffiti es minúsculo y está escrito sobre una puerta que parece que se vaya a caer a pedazos. Una anécdota sin ningún tipo de trascendencia. Pero Enric Juliana lo ha usado para abrir un debate de alcance nacional con una única conclusión: en Catalunya, los indepes son unos extremistas.

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Toni Soler, Antonio Baños y Albano-Dante Fachin, furiosos contra Juliana. Les siguen cientos de independentistas, que se echan las manos a la cabeza por los ataques del periodista contra ellos y responden con ira.

Al lado del graffiti de la discordia, otra frase que parece escrita por el mismo autor: "Basta de especulación". De esta pintada, en cambio, Juliana no dice ni pío. Quizás porque parece una demanda demasiado izquierdosa y rompe su relato inverosímil. Si lo contase, le sería más difícil hacer creer que los indepes son unos ultraderechistas. Así que es mejor esconderlo.