Vivimos en un mundo donde los podcasts están a la orden del día. Es muchísima la oferta que hay, y, como pasa con las series, tienes que escoger o te vuelves loco. Y si quieren pasar un buen rato les recomendamos el que conduce David Balaguer, con colaboración de Josep Moragas, La ronda perversa, donde diferentes invitados famosos se prestan a hacer jugosas revelaciones y confesiones íntimas sobre diferentes cuestiones planteadas por el presentador, cómo han reaccionado y qué secretos ocultos esconden. Una conversación deliciosa a cinco bandas, distraída, entretenida, divertida y donde siempre salimos sabiendo cosas de la vida personal de los protagonistas que nos dejan con los ojos como platos. Pasó hace unas semanas con el genial Marc Giró, cuando confesó cómo, dónde y con quién fue su primera vez y qué pasó "Una vez que me ligué a un quinqui que quería practicar una 'lluvia dorada'" en casa de sus padres. Delirante.

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Marc Giró y Sílvia Abril en el podcast 'La ronda perversa' Foto: Radiofònics / Roger Recasens

El nuevo capítulo lo protagonizan tres excelentes comunicadores de radio y televisión, como una querida presentadora a quien hace tiempo que no vemos conduciendo un nuevo programa, cosa que estaría muy bien. Hablamos de Cris Puig, que después del Preguntes freqüents de TV3 espera una nueva oportunidad ante cámaras. La han acompañado Candela Figueras y Xavi Cazorla. Les pregunta Balaguer si antes de presentar algún acto, como han hecho a menudo, qué ritual siguen, si se ponen nerviosos o qué hacen. "Cris Puig, a ti te he visto antes de muchos directos, te pones nerviosa. Las manos van como aspas de molinos", apunta David. Ella niega la mayor, socarrona: "No es verdad". Pero se queda con el comentario de su colega sobre sus manos.

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Cris Puig en 'La ronda perversa' / Radiofònics

Y es en este punto cuando la presentadora y periodista reconoce que "tengo las manos muy grandes... Tengo la mano más grande que la cara de mucha gente. ¡Perdonad! ¡Y tanto! ¡En mi mano las cosas siempre parecen muy pequeñas"!, dice. Y para muestra, un botón, Cris pone su mano con la de los otros dos invitados, y parece la mano de un gigante al lado de la de un niño. "Uau!! ¿Es muy grande, eh??", reconocen en la mesa.

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Cris Puig en 'La ronda perversa' / Radiofònics
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Cris Puig en 'La ronda perversa' / Radiofònics

El mejor momento, sin embargo, viene con otra confesión, cuando también se ha mojado cuando le preguntan "¿Qué descubriste de alguna de las parejas de tu pasado amoroso que no te habrías esperado nunca?" y ella reconoce, echando atrás sus recuerdos, que "tuve un novio, que además, era un cabrón. Ahora a mi edad, me duele mucho haberlo hecho". ¿El qué?: "Yo escribía un diario cada día del mundo, explicaba cosas que me habían pasado. Era muy joven, quizás debía tener dieciocho, diecinueve años. Antes me incomodaba traer gente a casa". Pero llevó al novio cabrón. "Mi tía vivía en el piso de debajo de mis padres. Mi madre me dijo que bajara a verla un momento. La fui a ver y el tío se quedó solo en casa un momento y miró mi diario. Imagina qué mente perversa". Totalmente. No hay cosa más abyecta, lo entendemos perfectamente. Pero atención porque el perla, además, hizo esto: "Cuando subí me los encontré (los diarios) todos puestos en fila india, era un psicópata, celoso y lamentable". Qué yuyu. ¿Qué hizo ella? Enfadarse como una mona, con razón: "Me enfadé tanto que rompí todos los diarios con unas tijeras, unas tijeras de cocina. Antes no existían las máquinas aquellas de destruir papeles".

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Cris Puig en 'La ronda perversa' / Radiofònics

"Un ataque de ira", le dicen. "Pues mira, sí. Un ataque de ira conmigo misma, por imbécil. Cogí unas tijeras de cocina y catacrec, catacrec, catacrec... 8 años de mi vida", el tiempo que había estado escribiendo sus diarios. "8 años de mi vida a la basura. Y ahora me sabe muy mal, porque evidentemente esta persona ha desaparecido de mi vida, nunca más volví a oír de él, ni ganas, pero ahora me hubiera gustado leer los diarios, porque forma parte de tu vida. No busques nunca en las cosas de los otros". Como dice David Balaguer, "tiene que ser perturbador subir de casa de la tía Angelina y encontrarte los diarios colocaditos". Cris añade qué le dijo él cuándo ella subió: "Sé que escribes eso, he leído la última semana y sé que has llamado a ese tio'... Lamentable. Con una edad le habría pegado una somanta de hostias, 'coge la puerta y vete', pero cuando eres más joven...". Una conversación brutal que podéis ver aquí:

Entendemos a Cris, que no se haga mala sangre habiéndose cargado sus diarios por aquel impresentable.