Las últimas noticias que teníamos de Ada Colau, menos de cinco meses después de las elecciones municipales del 28 de mayo en Barcelona, son de ayer lunes mismo, cuando la líder de Barcelona En Comú trasladó a Jaume Collboni, alcalde de la capital catalana, una propuesta de acuerdo para un gobierno de coalición en la ciudad. En el documento, los comunes exponen los cincuenta puntos prioritarios. Hay que tener en cuenta que Collboni gobierna en minoría, solo 10 concejales de 42, después de que tanto los comunes como los cuatro concejales del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona votaran a favor del socialista para evitar que Trias fuera alcalde con los votos de Esquerra Republicana. Aunque inicialmente rechazaba la idea de entrar en el gobierno municipal, pocas semanas después Colau ya presionaba a Collboni para que incorporara a los comunes a su ejecutivo, en un nuevo gobierno de izquierdas en la ciudad. Después de las elecciones, Colau reclamaba un tripartito con el PSC y Esquerra Republicana, incluso sugiriendo repartirse la alcaldía entre los tres candidatos, pero esta opción nunca fue viable.
La foto que ven es de archivo, pero ciertamente, hacía tiempo que no veíamos a la exalcaldesa de Barcelona. Hasta este martes. Colau ha ido al Ateneu Barcelonès donde desde las 7 de la tarde Sumar presenta el dictamen de 20 juristas que argumenta el encaje constitucional de una posible amnistía para los líderes independentistas catalanes, bajo el lema Amnistía. Una oportunidad para avanzar. En el acto están la líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz; Jaume Asens, uno de los ponentes; la presidenta del grupo parlamentario de En Comú Podem en el Parlament de Catalunya, Jessica Albiach; y diputados de En Comú Podem en el Parlament y en el Congreso como Joan Mena o Aina Vidal. Y allí, los asistentes, más allá de cuestiones políticas, se han encontrado con una sorpresa en clave imagen. La de Colau. Hasta ahora, estábamos acostumbrados a verla así, con su característica media-melena, cabellera larga por momentos, y ondulada y de tonos castaños...
Hasta ahora. Porque Ada Colau ha cogido las tijeras, o el peluquero, y se ha presentado con un cambio de look radical. Adiós a su melena. Hola a un pelo muy corto, redondeado, y adiós también a su color habitual para dar la bienvenida a un tono mucho más blanquecino. Un corte impactante, como se puede ver en estas fotografías del acto en el Ateneu Barcelonès, al lado de los asistentes o charlando al lado de Jaume Asens:
