Belén Esteban, uno de los rostros más reconocidos de la televisión en España, ha vuelto a colocarse en el ojo del huracán. Esta vez, no por sus clásicos enfrentamientos con colaboradores ni por confesiones desgarradoras, sino por algo mucho más calculado: su desaparición voluntaria y premeditada del foco de ‘La familia de la tele’, el programa de TVE que no termina de despegar y que, según expertos, está destinado al fracaso.
Desde hace días, la “princesa del pueblo” ha estado ausente tanto en plató como en redes sociales, dejando de promocionar el programa en el que participa y por el cual recibe un sueldo financiado, en parte, con el dinero de los contribuyentes. La audiencia lo ha notado y sus seguidores están desconcertados. Pero detrás del silencio hay una maniobra mucho más elaborada: Belén Esteban quiere irse de TVE… pero no sin cobrar.
Polémica encendida: ataques directos al Gobierno de Pedro Sánchez
En medio de su ausencia tras haber asistido a una primera comunión con Anabel Pantoja, Belén se ha pronunciado… pero no para hablar del programa. En su cuenta de Instagram lanzó un mensaje fulminante tras un retraso en el AVE Sevilla-Madrid: “Qué vergüenza, Renfe. Horas y horas esperando... primero el apagón, luego el cobre, ahora una avería, pero ¿esto qué es? (…) Le pido al ministro Óscar Puente que mire por los ciudadanos y ciudadanas porque esto ya no puede ser, de verdad. No sabemos a qué hora llegaremos a casa”. Un dardo venenoso, sin filtros, con nombre y apellidos.
Ese ataque directo al Gobierno de Pedro Sánchez encendió todas las alarmas. Según fuentes cercanas a la producción, recibió una llamada urgente de La Osa Producciones, rogándole mesura. Le recordaron que debía tener más cuidado con sus publicaciones. Pero Belén, lejos de disculparse, jugó su carta maestra: tras tres días sin promocionar nada del programa, subió un story mínimo, apenas simbólico, como quien cumple por obligación.
Belén Esteban no quiere ser la última en cerrar la puerta de ‘La familia de la tele’
Además, según una exclusiva del youtuber Diego Arrabal, una fuerte discusión habría provocado que Belén estallara en pleno plató de La familia de la tele. La tensión, que ya no es nueva, parece haber alcanzado su punto álgido. Testigos aseguran que Belén gritó “¡Me quiero ir!” tras sentirse ninguneada por la dirección y silenciada por sus compañeros.
La situación empezó por desacuerdos sobre su protagonismo, que, según ella, le han ido quitando en favor de otros colaboradores más “versátiles” y adaptados a los nuevos contenidos. Fuentes internas también indican que Esteban no solo no se siente protagonista, sino que considera que el programa está en franca decadencia. Las audiencias no levantan cabeza, y en redes sociales critican duramente su presencia en un formato que muchos consideran obsoleto y financiado con fondos públicos.
Para Belén Esteban, irse ahora es su única tabla de salvación. Sabe que si se queda hasta el final, será parte del naufragio y la responsabilizarán. Pero si se marcha antes, podrá vender su salida como una rebelión ética y popular, reforzando su imagen de voz del pueblo. Por eso, está jugando con fuego: lanza indirectas, provoca tensiones internas, critica al Gobierno, pero no da el paso definitivo, esperando que sean otros quienes la despidan.