En Vacaciones en Roma, un periodista, Gregory Peck, paseaba a una princesa, Audrey Hepburn, encima de una moto por la ciudad eterna en la inolvidable película de William Wyller. Baltasar Garzón y Dolores Delgado no son Peck ni Hepburn. Tampoco son un periodista y una princesa. Son un exjuez y ahora abogado y la fiscal General del Estado, pero su escapada a Roma, por lo que dicen algunos testimonios, no tiene nada que envidiar en romanticismo a la mítica película.

vacaciones en roma

'Vacaciones en Roma'

baltasar garzon - efe

Baltasar Garzón (Efe)

Dolores Delgado EP

Europa Press

Explicaba hace unos días Libertad digital que los dos compartieron avión volviendo de Roma la semana pasada. El digital de Losantos jugaba al equívoco, dejando caer que quizás los dos tuvieran una relación más que de amistad a pesar de estar casados los dos: "Se observa la cercanía entre ambos y cómo portan bolsas de plástico con regalos adquiridos durante su estancia. En el interior del aparato, ambos habrían viajado en clase preferente o business apartados del resto de viajeros", escribía el citado medio. Otro, LOC, decía: "Delgado y Garzón mantienen una sólida amistad desde hace muchos años, una relación que en su entorno se resisten a encasillar. Ambos están casados, Garzón desde 1980 con María Rosario Molina y la Fiscal con Jordi Valls Capell".

Y ahora, un tercer diario de Madrid, El Mundo, habla de "La romántica y poco discreta escapada de Baltasar Garzón y Dolores Delgado a Roma". Y lo acompañan de una fotografía donde se los ve a los dos en un restaurante, cenando en el popular barrio del Trastevere romano. Habría sido la noche del 19 de septiembre, hacia las 11 de la noche, en la trattoria Bacco in Trastevere, situada en la Piazza Giovanni della Malva. Explica el diario que habrían cenado muy acaramelados, según se lee: "Los comensales españoles cercanos a la mesa del ex juez y la fiscal general de Sánchez relatan su encuentro: 'Yo calificaría la cena de romántica. Él le tomó la mano tiernamente y la besó'". Habla una turista española que les vio en una mesa en la terraza y que reconoció a la pareja de letrados inmediatamente.

En Vacaciones en Roma, el amor de Peck y Hepburn finalmente se acaba, sus mundos eran tan radicalmente opuestos que él sigue haciendo de periodista y ella de princesa. Ahora, los dos trabajan más o menos, de lo mismo. Pero teniendo cada uno, según dicen algunos medios de Madrid, sus respectivas parejas. Veremos si su final es diferente del de la película.