"La bola entró" fue una frase que se popularizó en los años 80 y que se le atribuía al tenista norteamericano John McEnroe. Pues ahora lo que ha entrado directamente a la retina de los seguidores de Andy Murray ha sido la bola, la raqueta y la muñequera. El escocés, exnúmero 1 del mundo, es uno de los nombres que los últimos años le ha disputado los grandes títulos a los mitos Rafa Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic.

Ahora un descuido del británico ha cargado de razones a los que dicen que según cómo se mire, el tenis es un deporte que tiene una carga erótica considerable teniendo en cuenta los gemidos que más de uno y más de una chillan cuando están haciendo intercambio de golpes desde el fondo de la pista. Murray ha demostrado que su passing shot de derechas es imparable. Y la clave la encontramos en una radiografía. El jugador se retira este año, harto de las innumerable lesiones que arrastra en su carrera. ¿La última? Una que lo ha llevado a quirófano para operarse la cadera.

"Me veo como si tuviera un poco de panza, tal y como podéis ver en la foto nº1", informaba socarrón a sus seguidores. Hasta aquí, todo normal. El alboroto ha venido con la siguiente imagen publicada por él mismo en Instagram: "Con suerte, este será el final de mi dolor de caderas. Ahora tengo unas caderas de metal, tal y como se ve en la foto nº2"... Quizás se ve, Andy. Pero la gente ni se ha fijado. La única cosa para la que tienen ojos los usuarios es para lo que hay al lado de la cadera.

penis andy murray

@andymurray

"El algodón no engaña", que decía el mayordomo de Tenn. Y las radiografías tampoco. El interior de Murray bajo el prisma de los rayos X. Además de los huesos y la prótesis metálica, también se ve nítidamente su pene. La red no ha desperdiciado ni un segundo:

Andy Murray ha ganado Wimbledon y el US Open. Sólo le faltan dos títulos, Roland Garros y Australia, para conseguir ganar los cuatro grandes... Viéndole por dentro, quizás está más cerca del 'Grand Slam' de lo que se pensaba.