Albert Rivera ha estado valiente, o inapropiado, explicando un drama familiar a los niños de AR. Una historia tierna y triste a la vez: el candidato todavía conserva un muñeco de peluche que le regaló su tío, "Mí tio se llamaba Alberto como yo y murió de Sida. Me regaló un Garfield que perdió un ojo y se lo pegué. Aún lo conservo". Una historia rara pero Ana Rosa Quintana quiere hacer audiencia a costa de Griso y cada candidato va a una entrevista con niños. Después de que Pablo Casado pasara por machista "A ver, a los niños, ¿os gustan los coches?", y Pablo Iglesias dijera a los menores que Batman es gay, "militante de la causa LGTBI", el nivel de surrealismo de la sección Entrevista infantil al presidenciable podía empeorar.
.@Albert_Rivera: "No vivo con mi hija, pero estoy con ella los fines de semana y jugamos mucho al fútbol" #ÉraseUnARVezRivera > https://t.co/fR6iCIDK6m pic.twitter.com/YmvpzqqlZd
— Telecinco (@telecincoes) 4 de abril de 2019
Rivera ha hecho de todo. Se ha quitado la americana para bailar como Kate Perry haciendo el "swish", ha hablado con niños de un tal Francisco Franco (la preocupación menos infantil que alguien pueda imaginar) y se ha empantanado con un rasgo de su biografía que lo haría inédito en democracia: sería el primer presidente separado y con una hija que no vive con él. Rivera, a diferencia de Casado, preserva la cara de su hija, Daniela. Pero en las redes sociales oficiales del candidato hay imágenes de la niña, siempre de espalda:
Cada progenitor decide si pedir que se pixelen las caras de los menores. Hay padres que deciden que los niños se vean en todas las fotos: Shakira i Pique, Sergio Ramos y Pilar Rubio o los reyes. Rivera prefiere proteger su imagen pero ha hablado de la hija abiertamente en Telecinco. Una niña previamente informada de que Rivera es padre de una niña pregunta ¿Juegas con tú hija? y el naranja responde "Cuando veo a mi hija juego con ella. No vivo con mi hija, no estuve casado pero estoy separado de su madre. Ella vive con su madre en Barcelona y la veo los fines de semana. Jugamos a futbol, le compré el balón de la liga. Ahora me pide un perro y creo que acabará teniéndolo".
Telecinco
Al programa se le tiene que reconocer que ha rectificado lo que hizo con Casado. Los espectadores no tienen que pasar la vergüenza de ver a un candidato diciendo a niños que Torra es el hombre del saco. Ha sido muy agradecido que no los haya adoctrinado sobre lo malo que es el independentismo. La parte de lazos amarillos se lo han guardado para el cara a cara sin niños entre Rivera y Ana Rosa: "Voy a hacer que en Cataluña no haya lazos amarillos ni esteladas". Y sobre el 155 "Lo pedían ellos a gritos". El candidato Rivera ha podido ahorrarse preguntas sobre Malú. Una cosa extraña ya que los niños no tienen vergüenza. Algunos adultos tampoco la tienen.