En el mundo de los Windsor, cada detalle se convierte en noticia de portada y cada sombra de conflicto es amplificada por los medios. Ahora, el libro de memorias del príncipe Harry, titulado 'Spare', ha sacado a la luz secretos incómodos sobre la ya tumultuosa dinámica familiar de la realeza británica. Pero si pensábamos que las revelaciones del libro eran suficientes, un nuevo capítulo de drama se ha desatado en el paraíso aparentemente tranquilo de Meghan Markle y el príncipe Harry en su mansión en Montecito, California.
Doria Ragland, una presencia constante en Montecito
Desde que Harry y Meghan abandonaron el Reino Unido y se establecieron en la lujosa localidad de Montecito, California, buscaban algo que se había escurrido de sus vidas en el seno de la familia real: la privacidad. Sin embargo, mientras intentaban escapar de los reflectores y las miradas curiosas, se encontraron con un nuevo desafío: la omnipresencia de la suegra de Harry, Doria Ragland. Fuentes cercanas a la pareja revelaron que desde su llegada a tierras americanas, Doria Ragland ha sido como una sombra en la vida de los duques de Sussex. No solo se ha instalado en su mansión con la excusa de cuidar de sus nietos, Archie y Lilibet, sino que también se ha convertido en una presencia constante en su día a día. Incluso, ha sido vista saliendo de fiesta con la pareja, lo que ha dado pie a rumores de una relación demasiado estrecha y opresiva.
¿La causa de la crisis matrimonial?
Los expertos no pueden evitar especular sobre cómo la continua presencia de Doria Ragland en la vida de los duques de Sussex podría ser uno de los detonantes de la crisis matrimonial que enfrentan. La situación plantea un dilema en el que Harry siente que se ha distanciado de su familia para evitar su intervención, pero ahora su suegra parece estar tomando un papel protagonista en la toma de decisiones en su hogar. Esto, según los analistas reales, podría estar erosionando la intimidad y la independencia de la pareja.
De hecho, el mundo quedó perplejo cuando Doria Ragland decidió no solo acompañar a Meghan y Harry a una entrega de premios en Nueva York organizado por ‘Ms. Foundation For Women’, sino que también se unió a ellos en el posado y en la fiesta posterior. ¿Será que la suegra está tomando decisiones en nombre de la pareja? Algunos rumores sugieren que sí, que Doria ha dejado claro que su voz no solo debe ser escuchada, sino también seguida.
Esta no es la primera vez que el príncipe Harry se encuentra enfrentando la constante presencia de su suegra en su vida. Durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19, Doria Ragland se mudó a la mansión en Los Ángeles, propiedad del magnate de Hollywood Tyler Perry, donde Meghan y Harry se refugiaron tras abandonar el Reino Unido, generando especulaciones sobre el papel que desempeñó en la relación en ese momento crítico.