Dentro de las páginas de su libro de memorias, titulado 'Spare', el príncipe Harry ha admitido haber experimentado con diversas sustancias durante su juventud, incluyendo cocaína, hongos alucinógenos y marihuana. Tiempo más tarde, en una entrevista concedida al escritor canadiense Gabor Maté, el hijo menor de Carlos III reveló que el consumo de marihuana ha tenido efectos positivos en su salud mental. Estas declaraciones no pasaron desapercibidas entre los seguidores de la Familia Real británica, ya que podrían ser interpretadas como una forma de respaldo al consumo de drogas. Y aunque su esposa, Meghan Markle, ha optado por mantenerse al margen de los temas tratados en la autobiografía de Harry, la realidad es que comparte la misma inclinación que su esposo, y ocasionalmente fuma marihuana con él en la privacidad de su hogar. De hecho, fuentes cercanas a la ex actriz afirman que Meghan ha estado enganchada a este vicio desde sus días en Hollywood, invirtiendo miles de euros en la compra de cannabis.

Harry y Meghan Markle
Harry y Meghan Markle

El lado beneficioso del cannabis: el impacto en la salud mental del duque de Sussex

Durante su conversación con el mencionado escritor, el duque de Sussex compartió que la marihuana había surgido como su salvavidas en los momentos más desafiantes de su vida. Además, explicó que su experiencia con la cocaína y el alcohol había sido más superficial, vinculada principalmente a cuestiones sociales. Estas sustancias le proporcionaron una sensación de pertenencia y, posiblemente, le permitieron escapar momentáneamente de sus sentimientos. Sin embargo, contrastando con ello, subrayó que la marihuana tenía un impacto completamente distinto en él. En sus propias palabras, “eso realmente me ayudó mucho. Me dio una sensación de relajación, liberación, comodidad, una ligereza que logré mantener durante un período de tiempo”. El príncipe Harry compartió que inicialmente se acercó al consumo de marihuana de manera recreativa, pero gradualmente “comencé a darme cuenta de lo bueno que era para mí. Diría que es una de las partes fundamentales de mi vida, que me cambió y ayudó a lidiar con los traumas y los dolores del pasado”.

Harry y Meghan Markle
Harry y Meghan Markle

El lado oculto de Meghan Markle: una afición compartida con su marido

En ‘Spare’, el benjamín de Carlos III se enfoca exclusivamente en su experiencia personal con el hachís, sin hacer ninguna alusión directa a Meghan Markle como su cómplice en el mundillo de las drogas. No obstante, ciertos medios sensacionalistas británicos, como ‘The Sun’, han rescatado los relatos de algunos invitados que presenciaron la primera boda de la ex actriz estadounidense con Trevor Engelson. Esta ceremonia tuvo lugar en Jamaica en el año 2012 y ha sido objeto de polémica por presuntos vínculos con la marihuana.

Según testigos oculares, durante la celebración de la boda, Meghan fue vista armando un cigarrillo de marihuana. Aparentemente, la ocasión no escapó a su deseo de hacerla memorable, ya que uno de los asistentes reveló que tanto ella como Trevor adquirieron la sustancia a través de un empleado del hotel. Este curioso enfoque se debió a la ilegalidad del cannabis en Jamaica. En palabras de otro testigo, "era una boda en Jamaica, entonces ellos pensaron que sería apropiado y divertido regalar marihuana. Ella pensó que haría de la ocasión algo memorable”.

A pesar de sus esfuerzos por abanderar causas sociales, respaldar organizaciones benéficas y nutrir su pasión por los viajes, Meghan Markle y el príncipe Harry también comparten un gusto particular por el consumo de marihuana. Esta tendencia, común en los círculos de Hollywood, choca de frente con las tradiciones y las normativas en Buckingham Palace.