La final de la Copa del Rey que el Barça le ganó al Real Madrid de manera brillante el pasado sábado en Sevilla, en el estadio de la Cartuja, provocó dos tipos de imágenes: por una parte, las de euforia, alegría máxima, locura de los jugadores y aficionados culés una vez sonó el pitido final y el conjunto blaugrana se proclamaba campeón. Pero de la otra parte, volvimos a asistir a un comportamiento abyecto, vergonzoso, lamentable por parte de muchos madridistas. Después del partido, con un Rudiger absolutamente enloquecido lanzando hielo al árbitro, con Lucas, Vinicius, Carvajal o Bellingham igual de desequilibrados.

Eso, durante y después del partido. Antes, el esperpento máximo de un club que se vanagloria de "señorío", pero que después parece un club mafioso con actitud de perdonavidas, amenazando con no jugar, con una cadena de televisión (Real Madrid TV) que hace vídeos miserables y quejándose después de los árbitros. Unas amenazas de niño pequeño, de mal perder, de creerse por encima del bien y del mal, y acostumbrado a que le rían las gracias. Eso, desde el mismo club. Pero no acaban aquí las actitudes grotescas por parte de reconocidos aficionados merengues. Antes de la final, Sevilla se tiñó de blaugrana, miles de seguidores barcelonistas que ganaron por goleada a la afición blanca. Evidentemente, sin embargo, también había muchos seguidores del Madrid por la capital andaluza. Las horas previas, cada afición las pasó en la fan zone correspondiente. Y uno de los encargados de amenizar la espera a los madridistas fue el grupo Taburete, liderados por Willy Bárcenas, hijo de Luis Bárcenas, el extesorero del PP.

¿Cómo empezó a "animar ya los ánimos"? Por ejemplo, cantando "Oliver, Benji," la canción de Campeones... Vergüenza ajena...

Hasta aquí, ningún problema. Un pelín ridículo, pero cada uno sabrá qué quiere hacer encima de un escenario. Lo que no es aceptable es el comportamiento que se le vio en algún momento de éxtasis madridista... y anticulé, ante los aficionados merengues que estaban en la fan zone. Y es que estos empezaron un cántico lamentable, Puta Barça, puta Barça, eh, eh"!... ¿Y qué hizo Bárcenas de Taburete? Sumarse orgulloso y añadirse a hacerv este grito..., tal como muestra el diario As... Qué señorío, tú...

Pues este Puta Barça que gritaban enfervorizados les pintó la cara. A casita y a callar, con el taburete entre las piernas.