No hay que ser muy sagaz para prever que en Juego de tronos morirá hasta el apuntador. No se trata de ningún spoiler, sino de un hecho empíricamente demostrable teniendo en cuenta los capítulos precedentes. La serie más vista del planeta llega a su final y todo el mundo va loco haciendo teorías sobre quien se sentará en el trono de hierro y a quiénes se ventilarán durante la última temporada. Pero lo que ha conmovido a los millones de seguidores de todo el mundo las últimas horas es la revelación que ha hecho sobre la muerte, precisamente una de sus protagonistas.

sansa y daenerys

Game of thrones

Uno de los personajes más carismáticos, sobre todo por la evolución que ha sufrido, es el de Sansa Stark. A la máxima candidata, según En Blau, a sentarse en el asiento lleno de espadas, la interpreta la actriz británica Sophie Turner, una de las más queridas por los fans y que aparte de su papel en la exitosa serie, ha alborotado a los seguidores del papel couché por su relación sentimental con Joe Jonas. La vida ahora sonríe a Turner, tanto a nivel sentimental como profesional. Pero no siempre ha sido así.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Ella misma ha revelado los difíciles momentos vividos en el pasado que le hicieron, incluso, pensar en el suicidio. Cuando la HBO empezó a emitir lo que después se ha convertido en un boom a nivel mundial, la actriz se encontraba en plena adolescencia. 15 años y convirtiéndose de la noche a la mañana en una celebridad con millones de seguidores... y también de detractores. La doble cara de la moneda que conlleva la fama fue complicada de gestionar para una Turner sobredimensionada: "Empecé a creer lo que se decía de mí: 'sí, tengo granos, sí, estoy gorda, sí, soy una mala actriz... Me lo creía'", confiesa la británica en una entrevista en el programa Dr. Phil.

sophie turner

@sophiet

Su seguridad se hizo añicos y la depresión fue sacando la cabeza como una amenaza mayor que las que le pudieran hacer Geoffrey Baratheon o Cersei Lannister a Sansa Stark: "No me motivaba salir ni hacer nada. No quería ver ni a mis amigos. Sólo lloraba y lloraba y lloraba. Mientras me preparaba para rodar me decía: 'No puedo hacer eso, no puedo salir, no hay nada que me apetezca hacer'". Explica Turner que tuvo que afrontar un reto mayúsculo: salir de la cama, aprender a quererse... y quitarse de la cabeza la idea de hacerse daño a ella misma: "pensaba mucho en el suicidio cuando era más joven. No sé por qué. Quizás se trataba sólo de una fascinación extraña que tenía, pero sí, lo pensaba. No creo que nunca lo hubiera intentado, pero no sé...".

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@sophiet

Asume que ahora sí se quiere a ella misma "como mínimo, más de lo que lo hacía antes, creo", mientras sigue tomando medicación que la ayude y yendo a terapia. Su pareja también la ha ayudado: "Joe hace que me dé cuenta de que también tengo cualidades positivas. Y cuando alguien te dice cada día que te ama, hace que te quieras a ti mismo un poco más". Una Sophie Turner pues, que tiene más semblanzas de lo que parece con Sansa Stark, que a menudo ha dudado de sus virtudes en la trama, pero que hoy por hoy, es de los personajes más seguros en sí mismo que hay.