Kylie Jenner ha vuelto a dominar Instagram y lo ha hecho desde la cubierta de un yate. La empresaria ha compartido un carrusel de fotos disfrutando del mar, pero una en la que posa en bikini bajo el sol ha eclipsado todo lo demás y se ha convertido en la imagen más comentada de la temporada.
En la publicación, Kylie aparece con distintos bikinis diminutos, gafas de sol y una atmósfera de vacaciones de lujo que parece sacada de una campaña publicitaria. Entre toallas blancas, copas de vino y cielos azules, cada imagen tiene un toque cinematográfico, aunque ella posa con la naturalidad de alguien que simplemente está descansando. El resultado: millones de likes y una oleada de comentarios que han hecho del post un fenómeno viral.
El yate como escenario y el bikini como uniforme
Las fotos no muestran un único look, sino una rotación de bikinis que resumen a la perfección su estilo veraniego. Hay modelos de corte vintage, tonos neón, estampados y piezas minimalistas, todos cuidadosamente combinados con accesorios como pañuelos, joyas discretas y, por supuesto, una piel dorada por el sol.
El escenario también juega su papel: la cubierta del yate se convierte en una especie de pasarela improvisada. Kylie se tumba, se sienta en la borda o mira al horizonte como si fuese lo más normal del mundo, mientras el mar y la luz del atardecer hacen el resto. Es ese tipo de contenido que parece improvisado, pero que tiene un nivel de detalle que deja claro que nada está al azar.
Los seguidores no han tardado en reaccionar. Miles de comentarios celebran su estilo y la estética de las fotos, mientras otros se han lanzado a debatir sobre los estándares de belleza que proyectan estas publicaciones. Lo cierto es que Kylie ha hecho del “contenido aspiracional” su mejor carta: lujo, moda y un toque de naturalidad cuidadosamente medida.
Este verano, mientras otros suben fotos desde la arena, Kylie ha decidido que su escenario es un yate y su uniforme, el bikini. Y con una simple sesión de sol y mar, ha conseguido que medio Internet vuelva a detenerse a mirar.