La era de Internet, el salto paradigmático. Cableados y redes que, de forma milagrosa e inexplicable, proporcionaban las maravillas de la experiencia usuario a principios de los 2000. Pocos hubieran podido augurar que serían tantas las variaciones en las dinámicas convencionales. Cabe desmarcarse de nimiedades tan asumidas como hacer la compra en el portal web de tu supermercado de confianza o planear las próximas vacaciones sin necesidad de ir a una agencia de viajes. Nos ocupan cambios en la forma de relacionarnos e incluso de trabajar, con neoprofesiones por doquier.

Qué le cuenten a alguien en los 90 lo que es un 'influencer', que se le quedará una cara de susto para enmarcar. La catalana Dulceida no solo puede presumir de ser la 'influencer' original en el panorama estatal, sino también de haber hecho partícipes al resto de internautas de una de las historias de amor más mediáticas de los últimos tiempos. Sin necesidad primigenia de televisiones ni revistas del corazón, su enamoramiento con Alba Paul nació, creció e incluso murió de la mano con las redes sociales. Ahora, además de volver a estar enamoradísimas, también estrenan proyecto juntas: el pódcast Destino: las estrellas.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

A post shared by Aida Domenech (@dulceida)

Ha sido con motivo de la promoción de este nuevo formato en el que tanto ella como su mujer son protagonistas que se han pasado por el LateXou del siempre hilarante —y galardonado con un Ondas— Marc Giró. Ocasión perfecta para, además de hablar de este nuevo trabajo en común, poder indagar en las partes más desconocidas de su relación de pareja. Véase por ejemplo el inicio de su idilio, con anécdota incluida en la que ambas destacan no haber sentido mucho 'feeling' en el primer contacto. Quién les iba a decir que al cabo de los años, en el 2016, se unirían en matrimonio.

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Dulceida y Alba Paul en LateXou. / RTVE

Pero no un matrimonio cualquiera, porque nunca llegaron a firmar los papeles. Boda falsa, o más bien simbólica. De legal nada. ¿El porqué? Al parecer, no tendría nada que ver con las especulaciones acerca de que todo había sido un paripé más de la estrategia digital para ganar más y más seguidores en sus perfiles. El Dulcewedding de la discordia sí tenía una razón de ser emocional, pero la cosa se complicó en lo que a lo burocrático respecta. "Nos casamos un sábado y los teníamos que firmar el lunes porque no nos íbamos a ningún lado. Al final decidimos irnos y eso se quedó ahí".

Más tarde tampoco porque Dulceida dice que se le caducó el empadronamiento o nosequé. Seguramente sea más nosequé, porque el empadronamiento no caduca. La cuestión es que Giró no dejó que la confesión quedase en el olvido y simuló un teatrillo para que las tortolitas intercambiasen roles. Aida pidiéndole la mano a Alba y regalándole un anillo hinchable gigantesco. "Desde que te vi, supe que eras el amor de mi vida". Precioso.

@dulcealbaaa Bombazooo!!!! se nos casan #dulceida y #albapaulferrer en directo #rtve 💍🐭🤍🐸 el Si Quiero 🥰🥰🥰🥰🥰 en casi nada se nos hará realidad 😍✨#dulceidayalba #dulcealba #Podcast #podimo #tv #amor #siquiero #💍 #pareja @Dulceida @Albapaulfe ♬ sonido original - dulcealba

Cuidadín, cuidadín. Alba dice que ella quiere "un anillo de verdad", que queda pendiente "otro anillo mejor". No, si al final para formalizarlo todo acaban celebrando un segundo bodorrio.