Hace unos años, era uno de los actores que las productoras se rifaban si querían contar con alguien muy querido por el gran público. Su aspecto de chico tímido, un poco patoso, hacían de él un intérprete recurrente ideal para interpretar al chico que no ha roto nunca un plato. Hablamos de David Arquette, un actor que después de hacer algunos papeles esporádicos en series famosas de los 90 como Buffy, cazavampiros, Blossom o Sensación de vivir, se hizo muy famoso, especialmente después de su paso por la saga de filmes de Scream, donde hacía de policía panoli que enamoraba a la periodista que cubría los asesinatos del hombre con la máscara de El grito de Munch.
De hecho, Arquette fue el marido de la famosa Monica Geller de Friends, Courteney Cox, a quien conoció precisamente durante el rodaje de Scream, pero desde hace unos años su nombre va ligado a otro mundo que no tiene nada que ver con los platós de cine o televisión y sí con los rings. ¿De boxeo? No, de lucha libre americana. A sus 49 años, el intérprete, después de pasar por una época convulsa con depresiones y adicciones al alcohol, decidió hacer un cambio radical de vida para cumplir un lejano sueño de infancia.
David Arquette, 'Scream'
David Arquette (@davidarquette)
Y así fue como se adentró en el mundo de la lucha libre, donde incluso ganó un campeonato mundial. Después de ser criticado por todas partes, por la industria del cine y por la de su nueva pasión, por considerarlo un recién llegado sin derecho a triunfar encima de los cuadriláteros, Arquette lo dejó estar, pero ahora ha vuelto con más fuerza que nunca. Y todo, protagonizando un documental, "You cannot kill David Arquette", que repasa su cambio de vida:
"Actor, padre, perdedor, genio, luchador. Su ansiedad es incapacitante. Hace dos años fue un ataque al corazón, un año después es un combate a muerte, ¿qué será lo siguiente"?, se pregunta su mujer... Quién lo sabe. De momento, Arquette piensa inscribir su nombre entre los grandes de una disciplina donde triunfaron Hulk Hogan y compañía... Veremos si algún día también vuelve a las pantallas por la puerta grande.