No hubo ni una mención a los presos políticos catalanes en la gala de los Goya. Ni una sola. Los temores de Toni Soler se hicieron realidad aunque el escenario, a priori, era propicio, para la sensibilidad con las injusticias que siempre se le presupone al colectivo del cine. El único comentario sobre la situación que están viviendo injustamente nueve personas, ahora trasladadas a Madrid de manera vergonzosa, tal y  como ha criticado Pilar Rahola, lo ha hecho el ganador del Goya al mejor actor, Antonio de la Torre. Pero no lo hizo encima del escenario donde recibió su premio. Puedes ver su speech cliqueando en la foto:

antonio de la torre goya

TVE

"Aquest Goya es queda en aquesta terra de passió i talent que es diu Andalusia, poble multicultural que abraça sempre el que ve de fora. Així ha sigut i així seguirà sent". Recadito al auge de Vox, eso sí. Después de la gala, el actor andaluz respondió a diferentes medios de comunicación sin dejar en ningún momento la estatuilla con la cabeza del pintor. Una de las televisiones con las que habló fue TV3, tal y como informó con un tuit el periodista de cultura de Televisión de Catalunya Ismael Martín, que informó que De la Torre sí que habló de los presos políticos a preguntas de TV3.

Pero el deseo del protagonista de El reino y La noche de 12 años no ha acabado de convencer. De hecho, ha provocado el efecto contrario a lo que probablemente él querría. Las películas a las que estaba nominado tratan abiertamente temas políticos. El filme de Rodrigo Sorogoyen pone encima de la mesa una trama de corrupción en España, con referentes que cada uno cogerá según le convenga. Y la película de Uruguay tiene como protagonista a Pepe Mujica y su encarcelamiento, junto con dos personas más, en época de dictadura militar. Uno de los lemas del filme es, de hecho, "Como no pueden matarlos, deciden volverlos locos".

Corrupción política, presos... Todo muy próximo. Pero el deseo de De la Torre ("ojalá que puedan salir pronto los políticos presos"), no ha calado como querría en los espectadores catalanes, especialmente indignados por tres motivos: por las palabras finales de su explicación ("ojalá encontremos una solución para los problemas de convivencia en Catalunya"), porque las palabras sobre los presos no las dijera delante de las cámaras de TVE, en medio del recibimiento de su premio y delante de los ojos de toda España, y porque les llamara "políticos presos" y no al revés: