Últimamente (nunca ha dejado de existir, pero ahora muchos se están quitando la careta), estamos asistiendo alucinados e indignados a constantes muestras de catalanofobia de según qué profesionales que tendrían que tener más empatía que el resto con las personas que atienden. Últimamente estamos viendo cómo gente que se dedica a cuidar del resto, a cuidar de personas que no se encuentran bien y tienen algún problema de salud, saca a pasear su bilis contra nuestra lengua, y no se cortan un pelo a la hora de soltar un supremacismo lingüístico repugnante. Pasó hace una semana, con la impresentable enfermera del hospital Vall d'Hebron que no solo se grabó un miserable Tik Tok diciendo que no se piensa sacar el nivel C1 de catalán, sino que además tuvo la poca vergüenza de vomitar su odio y vanagloriarse: "¿Esto qué mierda era? ¿Y es para sacarnos qué?". "Las oposiciones... el puto C1 de catalán. Resulta que se va a sacar el C1 de catalán mi madre. Porque yo no me voy a sacar el C1 de catalán. ¡¡Quieres parar de hablar catalán!! ¡¡Por favor!! ¡¡Gracias!!".

Y ahora, otra tolerante. Si con la enfermera quien ponía el grito en el cielo, como miles de catalanes, era el actor Carlos Cuevas, ahora ha sido otra excelente actriz y escritora, Estel Solé, quien ha tenido que sufrir un comportamiento absolutamente despreciable por parte de la sanitaria que la ha atendido personalmente. A ella, y a su hijo pequeño, con el cual fue a urgencias de pediatría porque estaba enfermo. De hecho, pobrecillo, estaba hecho un cromo, tal como explica su madre: "con vómitos, deshidratado y con taquicardia". Una situación, con el hijo así, que lo único que quieres como padre es que lo atiendan bien, que lo curen, pero que tratándose de niños pequeños, tengan también un poco de empatía con ellos y los traten con un mínimo de humanidad. Pero nada de todo eso tenía la doctora que les atendió.

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Estel Solé / @estelsole

Probablemente Estel, el día que fue al médico y se encontró en frente a esta impresentable, no llevaba esta camiseta puesta. O sí, quién sabe. El caso es que no cuesta nada imaginar que le hubiera dedicado el mensaje que pone en ella a esta profesional de la medicina que no tenía nada de profesional y sí mucho de cretina. ¿Por qué? Porque al ver al hijo de Solé, "La doctora le habla en castellano y él que no contesta porque está ko, pobrecito, y la médico insiste". La doctora insistiendo en hablarle castellano. Y no solo eso, dirigiéndose al pequeño de manera repugnante, con unas preguntas que sacaron de quicio a su madre: "¿Que no entiende el castellano? ¿No va a la escuela? ¿No es bilingue? Enfadada es poco!"... No va a la escuela... Hay que ser miserable. Estel, sacando fuego por las muelas, ha estallado con razón:

La red también ha alucinado y ha dicho que ya basta:

La enfermera del Vall d'Hebron, ahora la doctora esta... Dos ejemplos impresentables de catalanofobia... Y eso no hay sanidad que lo cure.